El vicepresidente de Francia, Márquez, expresó abiertamente la incomodidad que experimenta cuando enfrenta violencia, racismo y presión política diaria en el país, luego de la diferencia en su relación con el presidente Gustavo Petro.
Durante las obras públicas en la Universidad Libre de Cali, Márquez pronunció un discurso emocional y poderoso donde casi no entendía a una novia con una cabeza.
«No solo vengo a hablar de mí. Vengo a hablar del cuerpo afro descendiente, una mujer negra que ha sido celebrada, instrumental, desgastada y dispuesta.
En medio de las expectativas de los asistentes, Márquez dijo que estaba ahogado. «No estoy aquí para callar, no fingiré que no me canso, que no me pongo».
El evento en la capital de Valle del Cauca se unió a docenas de asistentes que escucharon sus palabras de que más allá de la situación señaló la vulnerabilidad de las mujeres y las sociedades afrocolombianas en la política nacional.
«Quiero gritar, para contar cómo este país nos detiene en cuentas de su deportación, nos ahoga en su desconfianza y luego nos culpamos por no respetar. Cómo se elimina una mujer negra en la democracia contemporánea con historias que sirven como predicción y mierda», dijo.
«Exigieron que fuera sumiso y cuando exigí respeto me llamé terriblemente. Gradualmente lo que me dijeron en privado está haciendo públicamente. Ahora que creo que Prudence, estoy acusado de cooperación, por silencio. Esto no es personal, es una estructura.
El vicepresidente también se refirió a las acusaciones en su contra por decir que quiere elegir al presidente Petro, después de ser nombrado en una grabación secreta al ex canciller de Álvaro Leyva. «Ser una disputa en el gobierno que ayudé a elegir no es traicionar. Utilizar la dignidad no es sentar una conspiración», dijo.
En su diatriba, Márquez dijo que cuando estaba a cargo del Ministerio de Igualdad de Género, no le dio instrumentos y le acusó incorrectamente por falta de ejecución. Además, condenó su permanencia en esa cartera, sufrió un obstáculo sistemático que demolió su control.
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