Ayer por la noche, el 21 de agosto, fue trágico para el fútbol sudamericano y en el fútbol mundial general. El partido entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile, para la ronda de 16 de la Copa Sur de América, fue suspendido por serios incidentes de violencia protagonizados principalmente por los bares de ambos clubes.
Todo pasó normalmente durante la primera mitad y el juego concluyó empatado para un gol. Los eventos violentos ocurrieron al comienzo de la segunda parte, los fanáticos de la U de Chile e Independiente de Avellaneda se encontraron en las gradas del estadio Libertadores de América. Por el lado y el lado, se lanzaron proyectiles, incluso un aficionado del equipo chileno cayó desde la cima de las gradas.
Lea también: Figura del junior de Barranquilla lo sancionó para dos juegos
Los jugadores de ambas instituciones intentaron apaciguar la situación, pero no era posible calmar el Gresca que ya estaba iluminado entre los bares. Unos minutos más tarde, el árbitro uruguayo Gustavo Tejera decidió que el juego no podía continuar jugando en ausencia de garantías y la imposibilidad de controlar los excesos. Conmebol ratificó la decisión del Central en una declaración.
Las imágenes son aterradoras, fue desafortunada lo que sucedió en uno de los campos más míticos del fútbol argentino. Los fanáticos de Avellaneda Red tomaron las prendas de las carreteras del club chileno, los torturaron, los golpearon con palos y retiraron sus pertenencias.
El número de lesionados y detenidos
Fuera del medio ambiente también estaba tenso, se informaron las lesiones y la represión de la policía argentina. Según José Antonio Viera-Gallo, embajador de Chile en Argentina, hay un Total de 19 heridos heridos (gravedad 1) y 101 fanáticos de los detenidos de U.
Por su parte, Conmobol Está evaluando los hechos a través de su unidad divulgadora. Una vez que se termina la investigación, se espera que se realicen las sanciones correspondientes.