
Cada vez más adultos mayores están integrados en el mundo digital con confianza, curiosidad y entusiasmo. Participan activamente en las redes sociales, realizan compras en línea, se comunican mediante videollamadas y administran su dinero de aplicaciones móviles. Lejos de los estereotipos, esta generación está más conectada que nunca: no es solo parte del entorno digital, sino que ocupa un papel principal como un usuario activo y esencial en la vida cotidiana y familiar.
Sin embargo, esta mayor presencia en línea también los ha convertido en el objetivo de los ciberdelincuentes que aprovechan las brechas de conocimiento para ejecutar estafas cada vez más sofisticadas y dirigidas a ellas: según un estudio de Kaspersky, el 61% de los adultos mayores usan redes sociales, el 64% compra en línea y el 68% administra su banca de las plataformas digitales. Sin embargo, solo el 52% ha instalado un software de seguridad y solo el 30% configuran correctamente su privacidad en línea.
Así estafan a los abuelos digitales
Falsas llamadas de supuestos empleados del banco:
Este tipo de fraude es que una persona llama por teléfono haciéndose pasar por un trabajador bancario. Afirma que se detectó una clonación de tarjetas, una posición muy alta o una actividad sospechosa en la cuenta. Luego, solicite datos personales, contraseñas o códigos de seguridad enviados por mensaje. El objetivo es obtener acceso a cuentas bancarias para vaciarlas.
Deceñosa Promesas de premios o bonos en las redes sociales:
A través de anuncios o publicaciones en plataformas como Facebook, los estafadores ofrecen premios, ayuda financiera o recompensas que supuestamente otorgan instituciones reconocidas. Al hacer clic en estos enlaces, la víctima se redirige a sitios falsos donde se solicita información confidencial que luego se utiliza para cometer fraude.
Mensajes falsos de parientes pidiendo dinero urgente:
Es un engaño en el que los delincuentes envían mensajes de WhatsApp o redes sociales, pasando por un pariente cercano. Afirman estar en una situación de emergencia y solicitar dinero con urgencia. En general, usan excusas como un accidente, un problema legal o la pérdida del teléfono original para justificar el uso de un número desconocido.
Robo de información a través de redes de Wi-Fi públicas:
En este tipo de fraude, los delincuentes aprovechan las conexiones gratuitas de Internet disponibles en lugares públicos. Estas redes, sin tener medidas de seguridad, permiten interceptar la información que los usuarios envían o reciben, como contraseñas o datos bancarios. Esto puede facilitar el acceso a cuentas personales.
Suplante por audios o videos creados con inteligencia artificial:
Utilizando tecnologías como la inteligencia artificial, los estafadores crean audios (DeepVoice) o videos (defectos) en los que imitan la voz o la imagen de una persona famosa o alguna autoridad que promueva «productos milagrosos» o medicamentos. Estos materiales se utilizan para difundir información falsa o vender bienes cuyo único propósito es estafar a los compradores.
«La mayor amenaza no es la edad, sino la falta de información y conocimiento sobre las buenas prácticas tecnológicas. Muchos adultos mayores ya son parte del mundo digital, pero no siempre están preparados para identificar los riesgos que existen en línea.
Para celebrar a los adultos mayores como actores activos en el mundo digital, los expertos ofrecen esta guía para que los abuelos digitales no caigan en estafas y sepan cómo protegerse cuando realizan actividades en línea:
No comparta sus datos personales con ños:
Si alguien lo llama, le escribe para WhatsApp o por correo diciendo que es del banco, de una empresa o incluso de un pariente, y pide contraseñas, códigos de verificación o datos de sus cuentas, no les dé. Los estafadores pasan por personas confiables para engañar. Recuerde que ningún banco o empresa le pedirá datos personales por teléfono o mensaje. La llamada termina y se comunica directamente con la entidad.
Presta atención a los mensajes sospechosos:
Si recibe un mensaje que solicita dinero urgente, le promete un premio o tiene enlaces para hacer clic a cambio de algún tipo de recompensa, revise con calma. Observe si proviene de un número o correo electrónico desconocido, si tiene errores de ortografía o si se apresura a actuar rápido, estas son señales de que es una estafa. Si algo parece ño, no lo abra, no responda y lo vea con alguien de confianza.
Mantenga sus dispositivos actualizados y organizados:
Actualizar su teléfono celular, tableta o computadora es esencial para protegerse. Las actualizaciones corrigen errores y refuerzan la seguridad. También puede organizar sus dispositivos con íconos grandes y accesos directos a lo que más usa. Esto no solo hace que todo sea más cómodo, sino que ayuda a evitar errores o confusión al navegar.
Instale una solución de seguridad y una VPN en sus dispositivos:
Tener una herramienta de seguridad instalada en los dispositivos lo ayuda a evitar el engaño, proteger su información personal y bloquear los sitios web sospechosos. Además, es muy útil usar una VPN, que significa «red privada virtual». Esta herramienta se encarga de sus datos cuando se conecta a Internet, especialmente si está utilizando redes públicas, como las de una cafetería o un aeropuerto. La VPN crea una especie de «túnel privado» entre su dispositivo y la página que está visitando.
Por lo tanto, nadie más puede ver lo que hace o acceder a sus datos personales, como contraseñas, información de cuenta o su ubicación. Si usa una VPN cuando realiza documentos, compras o consultas desde su teléfono celular, tiene una capa adicional de protección para navegar con calma.
Si algo te apresura o te asusta, no actúes de inmediato:
Muchas estafas usan prisa o temen para que tomes decisiones sin pensar. Por ejemplo, un mensaje que dice que hay un problema con su cuenta o que su nieto necesita dinero urgente. Si siente presión para actuar rápidamente, haga una pausa. Piense, consulte la información con calma y, si tiene dudas, solicite ayuda. No hay problemas que justifiquen un riesgo.
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