En la actualidad, las bibliotecas académicas en América Latina están experimentando una transformación significativa, impulsada por diversos cambios tecnológicos, pedagógicos y sociales. Debido a este contexto, los usuarios de estas bibliotecas ya no solo buscan contenido de manera convencional, sino que desean experiencias enriquecedoras que complementen su proceso de aprendizaje. Este aspecto se reitera en un estudio que fue realizado de manera conjunta por varias universidades en Colombia, Argentina, México y Chile, donde se pone de manifiesto la evolución de los roles que desempeñan estas instituciones.
Los autores del estudio reflexionan sobre el futuro de las bibliotecas académicas, indagando si estas están realmente preparadas para enfrentar los desafíos que conlleva este cambio. De acuerdo con los hallazgos, un significativo 42.4 % de las bibliotecas académicas han comenzado procesos de innovación, mientras que un 37.8 % aún considera que esta no es una prioridad inmediata. Esta disparidad en la adopción de la innovación plantea dudas sobre el futuro y la relevancia de dichas bibliotecas en un mundo en constante cambio.
El análisis sobre las tendencias de innovación en las bibliotecas académicas de América Latina y el Caribe, basado en una encuesta que abarcó a 222 líderes de bibliotecas en 22 países de la región, identifica los principales desafíos del sector y proporciona recomendaciones concretas para reformar los servicios de las bibliotecas, hacia modelos más centrados en el usuario, que sean inclusivos, sostenibles y que se adapten a entornos de aprendizaje híbridos.
Los resultados del estudio revelan que un 38.3 % de las bibliotecas han comenzado a incorporar personal con habilidades digitales, y un 37.4 % está implementando procesos de formación en áreas como la ciencia abierta y la inteligencia artificial. A pesar de estos avances, aún persisten notables deficiencias en el aprovechamiento de tecnologías emergentes, como la realidad virtual, la realidad aumentada y la tecnología blockchain. Este escenario resalta la urgencia de fortalecer equipos multidisciplinarios que puedan fusionar herramientas tecnológicas con procesos pedagógicos, así como establecer políticas de acceso abierto.
«La biblioteca no puede ser vista meramente como un espacio para préstamos de libros. Necesitamos repensarla como un lugar abierto, flexible, colaborativo y profundamente humano», expresa Malgorzata Lisowska, quien es directora del Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI) de la Universidad de Rosario y uno de los principales autores del estudio.
Lisowska continúa señalando que «las colecciones físicas y los entornos digitales no deben competir entre sí, sino coexistir. Lo vital es crear experiencias realmente significativas en el acceso al conocimiento». A nivel global, investigaciones como la Encuesta de Biblioteca Global de IFLA coinciden en que las bibliotecas están dejando atrás su papel tradicional como meros centros de consulta, para convertirse en espacios de co-creación que fomentan el pensamiento crítico y el aprendizaje activo.
En el contexto de América Latina, es imprescindible contextualizar esta transformación; simplemente importar tendencias de otras regiones no será suficiente. Es fundamental construir redes, conectar con las comunidades académicas, consolidar alianzas institucionales y promover el conocimiento como un bien común, afirma Lisowska.
Bibliotecas y el entorno multiformate
Soledad Lago, quien es directora de bibliotecas en la Universidad Católica Pontificia Argentina y también colaboradora en el estudio, resalta la relevancia de integrar de manera estratégica herramientas modernas como la inteligencia artificial: “Estas tecnologías no son solo parte del futuro, sino que ya son una realidad presente que tiene el potencial de mejorar nuestros servicios, personalizar experiencias y optimizar procesos”.
«Es crucial que avancemos hacia un entorno multiformato donde las herramientas no se conviertan en obstáculos, sino que actúen como catalizadores de transformación», explica el experto. «Si no llevamos a cabo este proceso de transformación y nos adaptamos a un entorno de aprendizaje moderno, estaremos fallando en nuestra misión de impactar adecuadamente a nuestras comunidades».
Reinvención de bibliotecas académicas
Para que estas transformaciones sean visibles, el CRAI de la Universidad de Rosario ha lanzado un libro humano titulado “Bibliotecas académicas de reimaginación en América Latina”, que está disponible en el portal de la Biblioteca Humana de la institución. Esta publicación reúne las voces de expertos de diferentes países que han liderado procesos de cambio en sus bibliotecas.
El objetivo de esta obra es compartir experiencias concretas que demuestran cómo es posible integrar tecnología con un enfoque humano; de este modo, se busca amalgamar lo digital con lo físico, así como fusionar innovación con la memoria colectiva, según expresa Lisowska.
Con contribuciones de voces relevantes en el ámbito bibliotecario de la región, este libro humano examina los nuevos perfiles profesionales que emergen en el sector, destaca el rol de la empatía en los procesos de transformación y analiza los desafíos que enfrentan las bibliotecas en la formación de profesionales capaces de liderar en contextos complejos y cambiantes.
«Es esencial que prestemos más atención a las necesidades de nuestros usuarios, de los equipos, y de otras bibliotecas. Solo nosotros podemos redefinir el significado de lo que hacemos. Reimaginar las bibliotecas en América Latina es reconocer su capacidad para transformar vidas, fortalecer la educación superior y garantizar que el conocimiento sea un patrimonio público, accesible a todos», culmina Lisowska.
El estudio sobre tendencias de innovación en las bibliotecas académicas en América Latina y el Caribe fue liderado por Claudia Becerra, directora del sistema de bibliotecas de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano (Colombia); Evelyn Didier Carrasco, directora de bibliotecas de la Pontificia Universidad Católica de Chile; José Burgos, director nacional del sistema de bibliotecas en la tecnología de Monterrey (México); Soledad Lago, directora del sistema de bibliotecas de la Pontificia Universidad Católica Argentina; Malgorzata Lisowska, directora del CRAI de la Universidad de Rosario (Colombia); y Sonia Valencia, directora de bibliotecas de la Universidad Nacional de Colombia.
27