El Fiscalía Investiga a los miembros de un grupo criminal autodenominado ‘los viajeros’, que estarían involucrados en robos a través de la modalidad de ‘fletamento’ y sería responsable del asesinato del fiscal especializado Karin Sefair Calderón, perpetrado el 10 de junio en Fusagasugá (Cundinamarca).
En los procedimientos llevados a cabo conjuntamente por el Cuerpo de Investigación Técnica (CTI) y el Sijin del Departamento de Policía de Cundinamarca fueron capturados a tres de los miembros mencionados de esta red ilegal en Sabanalarga (Atlantic), San Pedro (Sucre) y en la carretera de San Onofre (Sucre) a Cartagena (Bolívar).
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Los detenidos fueron identificados como Deiver Jair Rodríguez Burgos, Wilfrido Rafael Arroyo Fernández y Katherine Paola Quiroz Rodríguez. Un fiscal de la sección Cundinamarca presentó a estas personas ante un juez de control de garantía y les acusó de los crímenes de homicidio, robo calificado, ambos comportamientos agravados; y fabricación, tráfico, cojinete o posesión de armas de fuego, accesorios, piezas o municiones.
Los elementos materiales probatorios se dan cuenta de que Rodríguez Burgos, quien aceptó los cargos en su contra, supuestamente interceptó a la víctima en un estacionamiento de un centro comercial Fusagasugá, intimidado y la golpeó para obligarla a ofrecer un brebato que contiene 128 millones de pesos, que acababa de retirarse de un banco. En medio de una lucha que se generó, arrebató su dinero y disparó dos veces causando la muerte.
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Mientras tanto, Arroyo Fernández, a bordo de una motocicleta, habría facilitado el vuelo del atacante; Mientras que Quiroz Rodríguez estaría involucrado en actividades de seguimiento anteriores para identificar el vehículo en el que el fiscal Karin Sefair Calderón se movió y alerta sobre sus movimientos.
En el curso de la investigación, se sabía que la mujer indicó entregar el arma de fuego para ejecutar el asalto y recibir el dinero después del robo, fue asesinada. Investiga si los ‘viajeros’ participaron en ese homicidio.
Del mismo modo, se han obtenido pruebas que se vincularían con este grupo criminal con otro 36 flete que ocurrieron en los municipios de Bolívar, Valle del Cauca, Meta, Quindío y Cundinamarca. En estos casos, los asaltantes ingresaron a los bancos, haciéndose aprobarse como usuarios y, de acuerdo con el sonido de las facturas utilizadas por los cajeros automáticos, detectaron a las personas que retiran las altas sumas, «marcadas», continuaron e interceptaron para arrebatar violentamente el dinero.
