El presidente Gustavo Petro habló antes de que las disputas fueran formadas por el contrato multinacional de Coca-Cola en La Calera, Cundinamarca, después de que el representante del compartimento Maria del Mar Pizarro condena la supuesta irregularidad del agua del municipio.
El informe de la corporación autónoma regional de Cundinamarca (CAR) reveló que desde el comienzo de la concesión en 1983, la compañía había probado las fuentes y causó una reducción significativa en el recurso y la falta de residentes. Además, se indicó que la compañía trataba algunas fuentes con concreto y que sus informes de consumo no eran confiables. A pesar de esta irregularidad, el automóvil consideraría renovar la concesión con Coca-Cola.
Ante estas circunstancias, el automóvil de Petro pidió al automóvil que tomara medidas urgentes y planteó la idea de «lidiar con el agua subterránea» como una solución para garantizar el acceso al recurso y evitar que Bogotá continúe quedando sin el suministro de agua de Cundinamarca. En sus redes sociales, el presidente escribió: «Los hombres Cundinamarca, los caballeros del automóvil, las emisiones de sus recursos más preciosos … que el agua se puede entregar si el agua subterránea es social» y apoya al representante de Pizarro.
La llamada del Presidente abre el debate sobre la gestión del agua y la sostenibilidad de los recursos hídricos en la región, mientras que las comunidades y las autoridades evalúan las posibles medidas de vigilancia y regulación.
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