ientras el mundo sigue familiarizándose con la inteligencia artificial (IA), esta aumenta a toda velocidad su capacidad para transformar casi todos los aspectos de la vida de la gente. Su surgimiento es considerado un “parteaguas” en la historia de la humanidad, como lo fue la imprenta de Gutenberg o la máquina de vapor, recordó el analista sénior de EL TIEMPO, Ricardo Ávila, en la apertura de la segunda sesión de ‘Líderes y empresas que construyen país’ 2025, convocatoria de Casa Editorial EL TIEMPO.
Ávila anotó que el debate sobre el impacto de la IA ha generado elucubraciones que van desde un escenario tipo ‘Terminator’, de guerra entre cíborgs y humanos, hasta el de un potenciador del crecimiento económico a tasas del 20 % anual.
La sesión con los expertos Jorge Bejarano, Nicolás Uribe y Ana Margarita Albir dejó claro que es urgente para el país avanzar sobre esta megaola de cambio, que al tiempo abre debates sobre la educación, la pérdida de empleos y hasta el consumo excesivo de energía en los data centers.
El director de EL TIEMPO, Andrés Mompotes, llamó a los candidatos presidenciales a incorporar la IA al temario del debate electoral, porque “va más rápido que otras revoluciones y la brecha que genere puede ser mucho más grande que la existente”.
Felipe Bayón, CEO de GeoPark y líder de la convocatoria, relató su experiencia con un hijo recién egresado, quien temía perder su trabajo en Nueva York a causa de la IA. Ambos enfrentaron el susto haciendo un curso sobre el tema y la conclusión de su hijo, que trajo a colación Bayón, fue: “Papá, no nos va a reemplazar la IA, sino quienes tengan la capacidad de sacarle el mejor provecho y las organizaciones que la adopten de manera proactiva y propositiva”.
‘La IA nos ofrece grandes oportunidades pero también grandes riesgos’
Jorge BejaranoDirector ejecutivo de la firma de ingenieros y abogados Tech & Law
Jorge Bejarano, como consultor y exfuncionario del sector de las tecnologías de la información, les recomienda a los empresarios colombianos ‘echarse al agua’ de la inteligencia artificial, pero no de cualquier manera, porque el camino que se está abriendo no está libre de riesgos.
Bejarano, director ejecutivo de la firma de ingenieros y abogados Tech & Law, resaltó en su exposición que la IA ya exhibe niveles de penetración del 78% e inversiones globales por más de 252.300 millones de dólares, casi 34.000 de ellos en modelos generativos. EE. UU. está a la vanguardia, pero con China progresando a gran velocidad. Esto ha impulsado avances impresionantes, tanto en su uso como en la disponibilidad de modelos abiertos, que hoy compiten fuertemente en rendimiento con los cerrados.
Este auge global de la IA ha provocado que los incidentes relacionados con ella crezcan a niveles del 56%. Se han incrementado las vulnerabilidades de la información sobre las personas. Antes, una señal de estafa en un correo electrónico podía identificarse fácilmente por errores de redacción y “hoy, la IA permite producir mensajes tan bien elaborados que es casi imposible distinguir lo real de lo falso. Esto explica el aumento de incidentes y la necesidad de regulaciones más estrictas”.
Aunque a nivel global ha retrocedido en los últimos años, Colombia se mantiene cuarta en América Latina en preparación para la IA y tiene políticas definidas para su desarrollo y control.
Una guía importante han sido los lineamientos de la Unión Europea, que basa su modelo en la gestión de riesgos en cuatro categorías: riesgo mínimo, que no tiene obligaciones; riesgo limitado, que exige transparencia sobre el funcionamiento de los algoritmos; riesgo alto, que requiere evaluaciones de conformidad y normas técnicas, y riesgo inaceptable, que incluye vigilancia masiva y prohibiciones.
En el país, hay instrumentos como el Conpes 4144, que contempla inversiones multimillonarias en formación, incentivos y promoción de la automatización digital, con oportunidades claras para el sector privado. Colombia fue pionera al emitir, en 2021, un marco ético para la IA, construido con un grupo de expertos y alineado con las recomendaciones de la Ocde y la Unesco. Y la Superintendencia de Industria y Comercio publicó la Circular Externa 002 de 2024, que obliga a responsables y encargados de bases de datos a garantizar un uso adecuado de datos personales cuando se emplee IA.
Sin embargo, según una encuesta de la Andi, el 64% de los empresarios colombianos dijeron que no tienen protocolos de IA. “Nos hemos echado al agua sin medir suficientemente la responsabilidad”, dijo Bejarano.
Su llamado a los empresarios es a aprovechar la normatividad, los marcos éticos y las recomendaciones existentes a nivel de entidades del Estado, organizaciones internacionales y expertos, para adoptar en las empresas estrategias que reduzcan los riesgos, que tienen que ver con la calidad de los datos, la protección a la información, los protocolos de acceso, los sesgos de los algoritmos y otros aspectos.
Entre las tareas por hacer en las empresas están: cumplir con las normativas sobre manejo de datos personales, generar elementos de responsabilidad y demostrar que son efectivos, tener políticas anti-scraping (raspado de información en sitios WEB), fortalecer los mecanismos de certificación de identidad, establecer condiciones de manejo de la propiedad intelectual y aprender de los errores.
Bejarano insistió en que la responsabilidad última no recae en la tecnología, sino en los directivos. “La IA ofrece enormes oportunidades, pero también grandes riesgos. La diferencia estará en cómo decidamos gestionarlos”.
‘El éxito no depende del algoritmo sino del liderazgo ’
El primer mensaje que Nicolás Uribe, conferencista experto en temas de liderazgo e inteligencia artificial (IA), les dejó a los líderes empresariales fue una invitación a preguntarse no solo “qué puede hacer la IA por mí”, sino también “qué debo construir dentro de mi organización para que la IA opere en ella”.
Uribe les pidió abordar el tema con sentido de urgencia, porque la IA avanza a velocidades mucho más altas que las personas y las organizaciones. Además, destacó que quienes creyeron hace dos años que no era una moda hoy, en promedio tienen un retorno de inversión, de 3,7 dólares por cada dólar invertido, lo que sube a 10 dólares en el caso de los líderes.
“Esta no es una tecnología como las anteriores, entre otras cosas, porque su efecto va más allá del ambiente laboral”. La IA, dijo, nos hace creer que lo entiende a uno hasta en los más profundos sentimientos; tiene memoria, pero también alucinaciones; no está hecha para decir la verdad, sino para satisfacer al usuario y encierra muchos sesgos.
“El 73% del uso de IA tiene que ver con temas personales”, apuntó el conferencista. Los ejemplos abundan: desde personas que la utilizan como terapeuta hasta quienes recrean digitalmente la voz y las cartas de un ser querido fallecido para volver a conversar con él.
El líder empresarial debe preguntarse no solo ‘qué puede hacer la IA por mí’, sino también ‘qué debo construir dentro de mi organización para que la IA opere en ella’ ”.
Nicolás Uribe
Conferencista y consultor en temas de IA y liderazgo
Uribe llamó la atención sobre la existencia de un “clóset digital” en muchas empresas: sus colaboradores usan IA todos los días sin declararlo porque aún existe la idea de que hacerlo es trampa o muestra de ineficiencia. Este ocultamiento, dijo, impide a las organizaciones capturar el valor real de la experimentación que ya ocurre.
La IAG (Inteligencia Artificial Generativa) es particularmente generosa con los de bajo desempeño, según el experto. “Puede aumentar su productividad más de un 40%, mientras que alguien muy competente solo llega a un 13%. Es mejor para los vagos de la oficina”. Así que, en lugar de ampliar brechas, la IA puede ayudar a cerrarlas.
El experto aportó datos sobre el efecto de la IA en la vida laboral: El 60% de los empleados manifiesta preocupación por la seguridad en su trabajo y cree que puede ser reemplazado por la automatización. La integración adecuada entre IA e inteligencia humana logra decisiones un 22% más precisas y un 37% más rápidas. Quienes usan IA se vuelven más exploradores y adquieren habilidades mejor remuneradas. Se vuelve herramienta de mejora de habilidades y motor de innovación. La IA sube la calidad promedio del trabajo, pero mal usada lleva a la homogeneización de las respuestas y reduce la diversidad de las ideas. Igualmente, hace a los empleados más independientes y baja las fricciones, pero aumenta la sensación de soledad.
Uribe instó a permitir que la gente pueda experimentar, a impulsar nuevas competencias y a ser flexibles con la tecnología, pero firmes en los valores. Además, planteó una ecuación: IA + LT (liderazgo transformacional) = decisiones. “El motor es la IA y el liderazgo, la brújula, que guía la calidad de las decisiones”.
La síntesis de la charla es: “Esta no es una revolución tecnológica, es una revolución cultural de base tecnológica. El éxito no depende del algoritmo, sino del liderazgo”.
‘El verdadero motor sigue siendo el talento humano’
ADL Digital Lab, firma especializada en servicios de transformación digital para empresas y en generar plataformas de tecnología fuertes, fue la primera en el país en tener equipos híbridos, de humanos y agentes de inteligencia artificial (IA).
Ana Margarita Albir, su presidenta, expuso detalles de lo que desarrollaron tras optar por hacer una transformación interna con IA, para poder “hablar con autoridad”.
Para empezar, Albir estableció una diferencia: “Colombia llegó tarde a la industrialización (un siglo de diferencia), pero la revolución digital y la IA llegaron de inmediato y ya transforman la manera de trabajar, producir y competir”. También dijo que la dinámica actual exige colaboración entre humano y máquina, donde la IA asume tareas repetitivas y los humanos se enfocan en actividades clave.
Según Albir, para que IA sea motor de productividad, se debe tener claro que: uno, la IA no reemplaza al talento humano: lo potencia. Se pueden lograr incrementos comprobados de 20% a 50% en eficiencia, con impactos en reducción de tiempos y mayor velocidad en la entrega de proyectos. No todas las tareas son reemplazables. Dos, para que la eficiencia se traduzca en valor financiero, es necesario integrarla en flujos de punta a punta. Esto puede traducirse en equipos más pequeños o equipos que producen el doble o una combinación de ambos. Y, tres, tecnología sin estructura organizacional técnica y humana no genera impacto. El rediseño de procesos y perfiles de colaboradores es condición crítica.
Según la experta, hay cuatro fases en la implementación de IA y equipos híbridos. Antes de implementar, evaluar si hay datos limpios y disponibles (que pueden ser una ventaja competitiva), tener talento senior para trabajar con los agentes de IA, seleccionar bien los procesos automatizables y tener reglas claras.
Luego, tomar decisiones sobre cuándo se compran soluciones de IA y cuándo se crean, con base en criterios de portabilidad, velocidad y diferenciación. Durante la implementación, establecer una gobernanza sólida, tener integración segura y trazabilidad y desarrollar una capacidad de reversión. Y después de implementar, medir el impacto en productividad, velocidad y calidad.
Al abordar los riesgos de una implementación inadecuada de IA en gestión de talento, Albir dijo que IA sin estrategia centrada en las personas equivale a un riesgo de bienestar laboral y, para evitarlo, es importante la capacitación, la definición de roles, la gestión del cambio y el monitoreo continuo.
Hay efectos a cuidar, como el agotamiento y la ansiedad por temor a sustitución, el tecnoestrés y el deterioro de la salud mental con uso intensivo de IA. El burnout y multitarea excesiva (polywork) sin capacitación ni gestión del cambio. Albir resaltó que ADL, en su transformación, redujo la rotación laboral de 49,4% en 2021 a 16,9% en 2025.
En su concepto, Colombia, frente a lo que significa el cambio que marca la IA, debe trabajar primero en lo micro para ir luego a lo macro y sacar provecho de su potencial.
“Estoy totalmente de acuerdo en que debemos pensar el rol que el país va a tener en el value change de la IA y no limitarnos a ser consumidores de modelos producidos en Silicon Valley y en China”.
A manera de conclusión, de la exposición se puede decir que la IA es un acelerador de la transformación, pero “el verdadero motor sigue siendo el talento humano”, y que para que Colombia sea más competitiva, debe adoptar la IA con responsabilidad, rediseñar estructuras organizacionales y garantizar el bienestar de sus equipos.
Los líderes empresariales opinan
Carlos Vásquez, Director de Compensar. Foto:Compensar
La inteligencia artificial permite hiperpersonalizar soluciones, supera la información que un cliente ofrece, proyecta con mayor certeza eventos en todos los campos. Complementa la inteligencia humana con respuestas de alta calidad y procesamiento complejo.
Carlos VásquezDirector de Compensar
Mauricio Patiño, Gte. de Construcciones Planificadas Foto:Cortesía
La IA abre oportunidades para las empresas y el país en muchos frentes: desde la transformación empresarial hasta el desarrollo económico y social; mejora la eficiencia operativa; genera decisiones más asertivas y permite abrir canales de innovación a nivel global.
Mauricio PatiñoGte. de Construcciones Planificadas
Adriana Solano, Presidenta del CCS Foto:Cortesía
El Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) lleva 72 años como referente en gestión de riesgos laborales, seguridad y salud en el trabajo y en protección ambiental. Aporta soluciones efectivas, fortalece la cultura de prevención y promueve entornos de trabajo seguros.
Adriana solanoPresidenta del CCS
Mario Pardo, Pte. de BBVA Colombia Foto:BBVA
La IA genera enormes oportunidades: permite a las empresas personalizar productos y servicios, optimizar procesos y tomar decisiones más informadas. En conjunto, impulsa la productividad, la innovación y la transformación digital, claves para el desarrollo de Colombia.
Mario PardoPte. de BBVA Colombia
Natalia Gutiérrez, Presidenta de Acolgen. Foto:Acolgen
A nivel país, la IA será una palanca de competitividad en la economía global si avanzamos en inversión en infraestructura digital, formación de talento en ingeniería y ciencia de datos, y marcos regulatorios claros para innovar, sin descuidar la seguridad y la ética.
Natalia GutiÉrrezPresidenta de Acolgen
Luis Carlos Arango, Director de Colsubsidio Foto:Colsubsidio
La IA es una fuerza transformadora. Su verdadero propósito está en potenciar lo humano. El reto es usarla para ganar eficiencia, generar valor real y progreso colectivo. Para los empresarios, es una oportunidad para conocer mejor a las personas y construir soluciones a su medida.
Luis C. ArangoDirector de Colsubsidio
Javier Rodríguez, Vicepresidente de Aecom Foto:CEET
Como herramienta, la IA ya forma parte del ecosistema empresarial. Bien usada, promueve el talento y la productividad. Pero también es una industria y Colombia debe habilitar los mecanismos políticos, sociales y de energía para ser un país atractivo a la inversión y liderar este sector.
Javier rodrÍguezVicepresidente de Aecom
Erika Zarante, CEO Latam Airlines (Col) Foto:Latam Airlines
La transformación digital la estamos haciendo parte de nuestro ADN. Estamos construyendo un Modelo Digital Integrado para unir capacidades de negocio, datos y tecnología. 1.500 colaboradores trabajan en iniciativas de eBusiness, eLoyalty y eCargo para redefinir la manera de servir a nuestros clientes.
ERIKA ZARANTECEO Latam Airlines (Col)
Gerardo Hernández, Presidente de AV Villas Foto:CEET
En el sector financiero, la IA permite que la banca pueda ofrecer mejores productos y servicios . Es un factor de innovación y nos pone el reto de usarla de manera continua y creativa para atender las necesidades de un entorno cada vez más digital e interconectado.
GERardo HernÁndezPresidente de AV Villas
Segunda convocatoria
Directivos empresariales de diversos sectores están participando en las sesiones de cada mes de la convocatoria ‘Líderes y empresas que construyen país’, que por segundo año impulsa Casa Editorial EL TIEMPO, para tratar con ellos y con expertos temas de interés nacional.
Además de quienes figuran en la galería, hacen parte de los convocados: Ana Milena López, presidenta de Corficolombiana; Juan Rafael Pérez, CEO de BTG Pactual, y María Lorena Gutiérrez, presidenta del Grupo Aval.