El equipo nacional de Colombia Sub-20 comienza el lunes su participación en la Copa Mundial en la categoría, que se juega en Chile, con el objetivo firme de dejar una marca indeleble y reafirmar su lugar entre los poderes emergentes del fútbol juvenil. Bajo la dirección técnica de César Torres, el equipo nacional abre frente a Arabia Saudita en un duelo clave para marcar el curso dentro del Grupo F.
El grupo, que también integró Noruega y Nigeria, promete ser uno de los más exigentes del concurso, una verdadera prueba de carácter y preparación para una generación colombiana que sueña con emular, e incluso superar, la actuación histórica de 2003, cuando el tricolor alcanzó un tercer lugar inolvidable.
El torneo reúne las promesas más destacadas del fútbol mundial, y para Colombia no solo un escaparate de talentos, sino también un escenario ideal para consolidar un proyecto que ha sido manejado con ambición y disciplina. Con una plantilla equilibrada entre la experiencia en ligas locales y jóvenes con proyección internacional, el equipo de Torres espera comenzar con el pie derecho contra los asiáticos.
La ilusión está intacta. Colombia sueña con dar un golpe de autoridad desde el primer juego y comenzar a escribir un nuevo capítulo dorado en su historia en los mundos juveniles.