Un tribunal de El Salvador emitió una sentencia contra dos ex ministros del gobierno, encontrándolos culpables de haber negociado con pandillas a cambio de apoyo electoral. Justice los condenó a 28 años en la cárcelen un fallo que marca un precedente en la lucha contra la corrupción política y los acuerdos con estructuras criminales.

Quienes son las antiguas condenas condenadas

Esos sentenciados son Benito Laraex ministro de justicia y seguridad, y Aristides Valenciaex ministro del interior durante la administración de la FMLN (2014-2019). Ambos fueron declarados responsables de los crímenes de fraude electoral y Agrupaciones ilícitas.

El tribunal estableció sentencias de 20 años para fraude electoral y 8 años para lazos con pandillasagregando 28 años en prisión.

Otros condenados en el caso

El fallo también llegó a otros actores políticos y sociales involucrados en los acuerdos con las pandillas:

  • Ernesto MushondtEl ex alcalde de San Salvador, fue sentenciado a 18 años de prisión.
  • Wilson AlvaradoParticularmente indicado como un vínculo con los grupos criminales, recibido 18 años.
  • Paolo LüersPeriodista y analista, también fue sentenciado a 18 años.

Estas condenas refuerzan el argumento judicial sobre la existencia de PACT para garantizar los votos a cambio de beneficios para las estructuras penales.

Impacto político y social

El caso revela cómo los partidos y figuras políticas de alto nivel recurrieron a las negociaciones con pandillas para obtener apoyo electoral. Estas prácticas, conocidas en El Salvador como «Pactos oscuros», han sido criticadas durante años para favorecer la impunidad y fortalecer las estructuras criminales.

Con esta sentencia, Salvadoran Justice busca enviar un mensaje claro: Los acuerdos entre políticos y pandillas no serán impunes. El fallo también se interpreta como un intento de recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones judiciales.

Reacciones a la falla

Varias organizaciones y analistas sociales acordaron que este veredicto es histórico, ya que por primera vez las altas exfunciones enfrentan consecuencias legales para estar de acuerdo con los grupos criminales. Sin embargo, también surgen preguntas sobre la aplicación selectiva de la justicia y el impacto de estas oraciones en el escenario político del país.

El caso continuará generando debate en El Salvador, un país que durante años ha estado marcado por la violencia de las pandillas y las quejas de los acuerdos con los gobiernos de servicio.

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