La Unión Patriótica (UP) y el Partido Comunista decidieron retirarse de la consulta programada para el 26 de octubre. Su objetivo declarado es que el proceso conserve un carácter «partidario» (es decir, interno), lo que impide la consulta con múltiples partes interesadas, ya que esto podría afectar la legitimidad del ganador y su posterior participación en procesos más amplios. Uno de los debates más intensos es sobre la naturaleza de la consulta: si será interna (sólo dentro del Tratado) o interpartidista (abierta a otras partes). Este punto es importante porque depende de qué tan flexible sea el ganador para avanzar en un proceso como la consulta del Frente Amplio, o incluso hacia la elección presidencial directa.
La retirada de UP y Comunista parece ser una estrategia para garantizar que la consulta siga siendo un proceso interno, reduciendo los riesgos legales. Registro Nacional confirmó que la consulta se realizará el domingo 26 de octubre de 2025. Aunque Quintero ya renunció, su imagen aún está en juego por razones logísticas. Los electores deberán solicitar una tarjeta específica para su consulta en el colegio electoral. La tarjeta se colocará en una urna separada de las urnas para las elecciones generales.
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