El 28 de abril, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lidera la conmemoración del Día Mundial de Seguridad y Salud en el trabajo, una fecha significativa que tiene como objetivo sensibilizar a los empleadores, trabajadores y gobiernos sobre la extrema importancia de proteger a quienes son el motor de las empresas. Desde su establecimiento en 2003, este día ha funcionado como un llamado global para prevenir accidentes y enfermedades ocupacionales, promoviendo espacios laborales más seguros y saludables.

Un día marcado por la reflexión

La historia detrás de esta importante fecha comenzó como un homenaje a los trabajadores que han perdido la vida en accidentes ocupacionales. Un evento impactante en 1987, el colapso del edificio de L’Ambiance Plaza en los Estados Unidos, cobró la vida de 28 empleados. Este trágico incidente marcó un precedente para enfatizar la necesidad de implementar medidas de seguridad en los espacios de trabajo. Así, en 2003, la OIT adoptó oficialmente el 28 de abril como un día destinado a promover la prevención y fomentar prácticas laborales más seguras en todo el mundo.

Cada año, la OIT selecciona un tema específico para dirigir sus campañas de concientización. En 2024, por ejemplo, se abordaron las «repercusiones del cambio climático en la seguridad y la salud en el trabajo», adaptando las iniciativas a los retos contemporáneos y asegurando que la seguridad laboral se mantenga relevante en un mundo en constante cambio.

Riesgos ocupacionales: una amenaza diaria

Los riesgos ocupacionales incluyen una amplia gama de peligros, desde accidentes físicos hasta enfermedades resultantes de condiciones de trabajo inapropiadas. Según la OIT, existen tres categorías principales de riesgos:

  • Enfermedades ocupacionales: estas son consecuencia del entorno laboral o de actividades repetitivas que pueden provocar problemas de salud serios.
  • Accidentes ocupacionales: ocurren durante las tareas laborales y pueden tener efectos físicos o mentales inmediatos que afectan la calidad de vida del trabajador.
  • Accidentes trayectados: suceden durante el desplazamiento de un trabajador entre su hogar y el lugar de trabajo, lo cual es un aspecto que a menudo se pasa por alto en las discusiones sobre seguridad laboral.

Los riesgos ocupacionales abren la puerta a beneficios como discapacidades y compensaciones económicas, garantizadas por leyes y organizaciones nacionales como el IMSS en México, que trabajan para proteger a los trabajadores.

Seguridad como un derecho fundamental

Más allá de prevenir accidentes, la creación de entornos laborales seguros contribuye al bienestar integral de los trabajadores, mejora la productividad y reduce el absentismo relacionado con enfermedades. Sin embargo, la responsabilidad de la prevención de riesgos no recae únicamente en los empleadores; los trabajadores también deben respetar las regulaciones de seguridad y mantener el orden en sus áreas de trabajo. Este enfoque colaborativo es esencial para cultivar una cultura de seguridad efectiva.

El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el trabajo busca fortalecer esta responsabilidad compartida, llevando a cabo campañas de concientización que resaltan la importancia de adoptar medidas preventivas en los lugares de trabajo, creando así espacios más seguros y saludables.

Hacia un futuro más seguro

La conmemoración de este día no solo celebra los avances que se han logrado en el ámbito de la seguridad laboral; también destaca los desafíos que aún quedan por enfrentar. Garantizar espacios de trabajo seguros es fundamental para construir sociedades más justas y sostenibles, donde la salud y el bienestar de los trabajadores sean priorizados sobre todo.

Este 28 de abril, hagamos una pausa para reflexionar sobre la importancia de proteger a aquellos que dedican su esfuerzo diario para impulsar la economía global. La prevención es el camino hacia el trabajo decente y un futuro más seguro para todos, donde cada trabajador pueda ejercer sus labores sin poner en riesgo su salud y seguridad.

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