Cada diciembre, muchas personas en Colombia se quedan sin dinero a pesar de los esfuerzos por controlar los costos. Según expertos en psicología económica y educación financiera, esto sucede porque las decisiones monetarias están determinadas no sólo por lo que se gana o se gasta, sino también Creencias y patrones emocionales que influyen en cómo se administra el dinero. durante las vacaciones de fin de año.
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Las creencias y emociones influyen en cómo se gana, gasta e invierte el dinero. foto:iStock
Creencias y emociones que condicionan las decisiones financieras
Nadežda Vera, coach financiera especializada para emprendedores, afirma que las creencias sobre el dinero afectan directamente cómo se gana, gasta e invierte. Señala que, sin abordar el componente emocional, los métodos tradicionales de presupuestación y ahorro tienen un efecto limitado y tienden a fracasar ante la primera crisis o tentación.
«Además de hacer un presupuesto o ahorrar, nuestras creencias sobre el dinero determinan cómo lo ganamos, lo gastamos y lo invertimos. Si no cambiamos esa mentalidad, ningún método financiero funcionará a largo plazo», afirma.
La psicología económica describe que, a la hora de tomar decisiones financieras, las emociones triunfan sobre la lógica. Equipo de conocimientos de comportamiento de la OCDE indica que Factores como el miedo a perder, la búsqueda de gratificación instantánea y la presión emocional. dificultan el mantenimiento de hábitos financieros estables.
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Los estudios citados en el texto muestran que los sesgos cognitivos están asociados con malas decisiones de ahorro e inversión, y que Las actitudes hacia el dinero tienen un impacto significativo en la gestión financiera de los adultos jóvenes.
Fin de año: un escenario que revela patrones aprendidos
La temporada navideña expone hábitos financieros y creencias arraigadas desde la infancia. Frases como “el dinero no crece en los árboles” o “los ricos son egoístas” Pueden generar culpa a la hora de cobrar, miedo a invertir o retrasar decisiones económicas.
Según Vera, esta programación emocional se manifiesta en comportamientos como evitar subidas de precios, Te sientes ansioso al invertir o retrasar decisiones financieras. para el año siguiente, lo que contribuye a que en diciembre se repita el ciclo de escasez.
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Frases aprendidas en la infancia pueden provocar culpa a la hora de cobrar o miedo a invertir. foto:iStock
Tres pasos para transformar tu relación con el dinero
Los expertos sugieren un proceso de tres fases para modificar estos formularios antes de finales del próximo año:
- conciencia: Revisa el idioma y hábitos diarios, ¿cómo se cobra? ¿Cómo se decide por un gasto grande? ¿Y qué pensamientos surgen cuando administras el dinero? Diversos estudios demuestran que ignorar el componente emocional fragiliza cualquier planificación financiera.
- Reprogramar: Reemplazar narrativas de escasez con declaraciones orientadas a la acción, como cobrar el valor real por un servicio o destinar un porcentaje fijo a las inversiones. Técnicas como la terapia cognitivo-conductual pueden apoyar este proceso.
- Acción consistente: Diseñar sistemas que refuercen hábitos, como débitos automáticos de inversión, calendarios de revisión financiera y políticas de precios claras. La combinación de mentalidad y estructura favorece la continuidad.
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Los estudios citados subrayan que la mentalidad influye en las decisiones cotidianas, aunque no sustituye a factores estructurales como el nivel de ingresos, el acceso al crédito o el contexto económico. Una combinación de actitud, hábitos y sistemas específicos suele ofrecer resultados más sostenibles que la educación financiera sin un componente emocional.
*Este contenido fue escrito con la ayuda de inteligencia artificial, en base a información de conocimiento público publicada en los medios de comunicación. Además, fue reseñado por un periodista y un editor.