Juan Pablo Escobar, el hijo del famoso narcotraficante Pablo Escobar, ha decidido romper el silencio sobre un tema que ha causado controversia y discusión en el ámbito deportivo durante más de treinta años: la Copa Libertadores de 1989. Este torneo no solo fue un hito en la historia del fútbol colombiano, sino que también ha estado rodeado de rumores y especulaciones, principalmente debido al legado oscuro de su padre.
En una reciente entrevista que realizó con el canal de YouTube del Pipa Muñoz Lds Barrista, Juan Pablo aclaró con firmeza que su padre, Pablo Escobar, no tenía ninguna relación con el título que consiguió Atlético Nacional en esa histórica consagración del equipo antioqueño. Su declaración tiene como objetivo desmentir todas las conjeturas y rumores que han circulado a lo largo de los años, donde se sugiere que el narcotráfico influyó en los logros deportivos de los equipos colombianos.
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Durante la charla, Juan Pablo Escobar indicó claramente que el narcotraficante no vio el fútbol como un negocio rentable. Así como lo expresó, su padre nunca invirtió dinero en el fútbol colombiano (FPC) ni compró a ningún jugador. Esta afirmación es clave para entender la postura de Juan Pablo y su deseo de reivindicar la imagen del deporte en Colombia, desvinculándolo de su padre.
“Siempre ha habido especulaciones que mi padre era el dueño de Nacional o de Medellín… pero él decía que las empresas legales no dan dinero”, subrayó Juan Pablo, quien parece estar tomando su papel de representante de su familia de una manera totalmente distinta a la que se podría esperar. Con sus comentarios, se deja entrever que busca restaurar la credibilidad del equipo, afirmando que las victorias deben ser merecidas y no manipuladas por influencias externas.
Juan Pablo se centró en subrayar que su padre no tuvo ninguna influencia en el título continental, repitiendo que él no tenía ningún interés en el fútbol. “Es absolutamente falso. Mi papá no tenía nada que hacer con pagar, sobornar o amenazar”, enfatizó, añadiendo que su padre tenía afinidades más con el DIM que con el Nacional. Esto es un punto crítico, ya que resalta que las relaciones y parcialidades en el fútbol eran, en su opinión, mucho más complicadas de lo que algunos piensan.
En el curso de la entrevista, también criticó a quienes todavía dudan de la valía de ese logro deportivo. “Es importante aprender a perder. Nacional ganó con honor y sudor. Ese equipo merecía la copa”, enfatizó contundentemente. Este comentario refleja un sentido de orgullo no solo por el equipo, sino también por el esfuerzo colectivo que se requiere para alcanzar un triunfo significativo.
Con esta serie de declaraciones, el heredero busca desmontar mitos que han rodeado la victoria histórica de la verdolaga y reclamar el esfuerzo y la dedicación de los jugadores que han formado parte del equipo a lo largo de los años. Además, sugiere que muchas personas han utilizado el nombre de Pablo Escobar para llevar a cabo actividades que no tienen relación con el verdadero espíritu del deporte.
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