Recientemente, los investigadores del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering en Nueva York han hecho un descubrimiento significativo en la lucha contra el cáncer. Han desarrollado una nueva estrategia de inmunoterapia que ya había demostrado una eficacia del 100% en un pequeño grupo de pacientes diagnosticados con cáncer rectal. Ahora, esta prometedora terapia ha arrojado resultados aún más notables en un ensayo más amplio que incluyó a individuos con diversos tipos de tumores sólidos, abarcando el cáncer de esófago, estómago, colon, hígado, vejiga y próstata.

La terapia se denomina inmunalente y se enfoca en pacientes que presentan una mutación genética específica conocida como deficiencia en la reparación de errores de emparejamiento. Este tipo de enfoque personalizado en la medicina oncológica es revolucionario y ofrece una nueva perspectiva sobre cómo tratar el cáncer de manera más efectiva.

El tratamiento se basa en el uso de un anticuerpo humanizado llamado dostarlimab. Este fármaco es una proteína de ratón que ha sido genéticamente modificada para ser reconocida como tolerada por el sistema inmune humano. Su funcionamiento es esencial, ya que actúa bloqueando la proteína PD-1, que funciona como un “freno” natural de las defensas del cuerpo. Al inhibir esta proteína, el sistema inmune puede llevar a cabo un ataque más efectivo contra las células cancerosas.

La estrategia de administrar dostarlimab en solitario y de manera temprana a aquellos pacientes que portan esta mutación genética particular ha demostrado ser especialmente exitosa. En el ensayo clínico, con un total de cien participantes, se encontró que un sorprendente 80% (es decir, 84 personas) experimentó una remisión completa del cáncer. Esto significa que, a través de diversas pruebas de imágenes y biopsias, no se encontró ninguna traza tumoral, lo que representa un hito en los tratamientos oncológicos actuales.

Camino a un nuevo enfoque terapéutico

Este enfoque innovador representa un cambio de paradigma en el ámbito del tratamiento oncológico, ya que ofrece una alternativa menos invasiva a los métodos tradicionales como la cirugía, la radiación y la quimioterapia. Esta opción puede ser particularmente valiosa para aquellos pacientes que, de otro modo, tendrían que enfrentarse a procedimientos quirúrgicos arriesgados.

Personas como Maureen Sideris, diagnosticada con cáncer gastroesofágico, han reportado recuperaciones asombrosas gracias a esta terapia, evitando así cirugías peligrosas y alcanzando una remisión completa, tal como fue documentado por el periódico El País de España en su edición internacional. Sin embargo, los oncólogos mantienen un enfoque cauteloso, advirtiendo que se debe considerar la remisión hasta que se cumplan cinco años sin recurrencia.

El estudio que respalda estos hallazgos ha sido publicado en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine, lo que subraya la importancia de identificar biomarcadores genéticos para personalizar los tratamientos oncológicos y maximizar su efectividad. Este enfoque más individualizado puede transformar la forma en que se aborda el cáncer.

Si bien el costo de dostarlimab es elevado, los investigadores sugieren que a largo plazo podría resultar más económico en comparación con las terapias convencionales, que a menudo son más costosas y con efectos secundarios significativos. Aún se requerirá un seguimiento más prolongado de los pacientes para confirmar los beneficios a largo plazo de esta innovadora inmunoterapia, especialmente en aquellos que padecen tumores que no son rectales, pero los resultados hasta ahora ofrecen una luz significativa de esperanza para un subgrupo de pacientes con cáncer. Este avance marca un paso importante en la búsqueda de tratamientos más efectivos y menos invasivos.

Redactor
About Author

Redactor