Una mujer en el Reino Unido ha sorprendido tanto a médicos como a sus familiares al recuperar su capacidad de hablar, pero lo hace con un acento totalmente diferente al que había tenido toda su vida. Este sorprendente cambio se descubrió en el caso de Althia Bryden, de 58 años, quien sufrió un derrame cerebral que la dejó incapacitada para comunicarse verbalmente durante varios meses.
Después de someterse a una intervención quirúrgica y continuar con un tratamiento de rehabilitación, Bryden logró volver a hablar. Sin embargo, lo extraordinario es que su forma de comunicarse ahora incluye un marcado acento italiano, a pesar de que nunca ha vivido en Italia ni ha estudiado el idioma de esa nación. Este fenómeno ha dejado a muchos asombrados, tanto a su familia como a los profesionales de la salud que han participado en su tratamiento.
Este inusual cambio en la forma de hablar de Bryden ha sido identificado como un caso raro de Síndrome de acento extranjero. Se trata de una condición neurológica que puede aparecer tras el daño en áreas específicas del cerebro, que son responsables de la producción del habla y la comprensión del lenguaje. Este síndrome es tan raro que solo se han documentado unas pocas docenas de situaciones similares en todo el mundo, lo que añade un aire de misterio y complejidad médica a su caso.
Althia, a pesar de la fluidez con la que ahora habla, ha expresado su desconcierto al escuchar su nueva voz. «No sé quién soy», dijo en una emotiva entrevista. Este sentimiento de alienación no es inusual en personas que experimentan un cambio drástico en sus habilidades de comunicación. Muchos pacientes que han vivido situaciones similares reportan sentimientos de extrañeza y confusión al enfrentarse a una realidad que no reconocen como propia.
El interés médico en el caso de Althia Bryden ha crecido significativamente, y muchos especialistas se sienten atraídos por la complejidad de su situación. Los neuropsicólogos y otros médicos están estudiando su caso no solo para entender mejor cómo funcionan las áreas del cerebro afectadas, sino también para explorar las implicaciones que un cambio de acento tan drástico puede tener en la identidad personal de un individuo. Algunos estudios recientes indican que el acento puede estar influenciado por varios factores, incluidos el contexto cultural y la experiencia personal, lo que lleva a preguntar cómo un evento neurológico puede alterar tan profundamente la manera en que una persona se presenta al mundo.
A medida que Althia continúa su proceso de rehabilitación y se adapta a su nueva forma de hablar, su historia sirve como un recordatorio del misterioso y a menudo incomprensible funcionamiento del cerebro humano. La fascinación por casos como el de Bryden no solo reside en el cambio del acento en sí, sino también en cómo esto afecta su vida diaria y sus interacciones con los demás. A medida que avanza su recuperación, será interesante seguir su progreso y los descubrimientos que surjan en el camino.