Colombia ha dado un paso significativo hacia la integración en la ruta de la Seda de China al firmar un plan de cooperación durante una reunión que tuvo lugar esta semana. Esta reunión fue un encuentro clave entre los presidentes de ambos países, Gustavo Petro y Xi Jinping, celebrada en la capital china, Beijing. Este acuerdo no solo representa un vínculo más profundo entre Colombia y China, sino que también sienta las bases para futuros desarrollos y colaboraciones en diversos sectores.
En el marco de este plan de cooperación, el presidente Xi Jinping comprometió su apoyo a la introducción de mejores productos colombianos en el mercado chino. Este esfuerzo busca estimular la inversión y las operaciones de empresas chinas en Colombia. El mandatario chino hizo un llamado a su contraparte colombiana para que ambos países trabajen en áreas emergentes, tales como la energía eólica, nuevos vehículos energéticos, economía digital e inteligencia artificial. Estas colaboraciones tienen el potencial de transformar no solo la economía colombiana, sino también la forma en que ambos países se ven mutuamente en el contexto global.
El presidente Gustavo Petro reconoció la importancia de fortalecer las relaciones entre Colombia y China en estos nuevos ámbitos, así como en comercio e infraestructura. Destacó: «Colombia está lista para cooperar estrechamente con China para defender el capital internacional y la justicia, así como para proteger los intereses comunes de los países en desarrollo.» Este enfoque resalta la disposición de Colombia a ser un aliado estratégico en el ámbito internacional, especialmente en un momento en que las dinámicas geopolíticas están en constante cambio.
A medida que Colombia avanza en sus relaciones comerciales con el gigante asiático, surge la pregunta: ¿qué espera el país y sus emprendedores de este nuevo acuerdo? Para esto, es fundamental que se comprenda el alcance de la firma de este plan. Según algunos expertos, es crucial dilucidar las implicaciones de este acuerdo y cómo el país puede adoptar un enfoque comercial más robusto hacia China.
A pesar de que un número de empresarios colombianos observa con cautela la asociación con la iniciativa de la ruta de la Seda, temiendo que China, como el mayor fabricante industrial a nivel global, pueda amenazar a las empresas locales, José Manuel Restrepo, exministro de comercio exterior y finanzas, así como actual rector de la Universidad de EIA, sostiene que es imperativo profundizar las relaciones comerciales con China, especialmente considerando las oportunidades que se presentan en áreas tecnológicas, donde China lidera en 57 de 64 tecnologías críticas a nivel mundial, abarcando segmentos como la inteligencia artificial y las tecnologías de energía renovable.
José Manuel Restrepo, exministro de comercio, industria y turismo y tesorero. Foto:Carlos Ortega / Tiempo
Según el experto, el éxito de estos acuerdos depende en gran medida del sector productivo, y un aspecto crucial es que actualmente el diálogo con el empleo colombiano está «apagado». Restrepo señala que sin una propuesta competitiva: «No se pueden aprovechar la inversión, la importación o la exportación; es esencial conectar ese sector productivo con las conversaciones.»
Es importante tener en cuenta que aunque la firma del plan de cooperación es un paso adelante, sus efectos no serán inmediatos en términos de inversión o comercio entre ambos países. Sin embargo, este acuerdo no conlleva un costo político inmediato para Colombia con su principal socio comercial, Estados Unidos.
Los economistas señalan que, aunque lo que se ha firmado representa un camino a seguir, se está construyendo una nueva ruta en la relación entre Colombia y China. Esto abre la puerta a muchas oportunidades, pero también a ciertos desafíos.
Algunos riesgos
Por otro lado, según José Ignacio López, presidente del Centro de Estudios Económicos de ANIF, es importante considerar los riesgos asociados con este tipo de acuerdos. Señala que aunque hay beneficios potenciales por la inversión del gobierno chino, también existen costos significativos, ya que muchos de estos programas han llevado a un exceso de endeudamiento. Adicionalmente, la falta de transparencia y los escándalos de corrupción en algunos de estos programas son preocupaciones válidas.
José Ignacio López, presidente del Centro de Estudios Económicos del ANIF Foto:Tiempo de Mauricio Moreno
«En un entorno caracterizado por una mayor tensión geopolítica entre Estados Unidos y China, esto podría generar tensiones adicionales con nuestro principal socio comercial, ya que no hay costos claros en la relación con el país del norte», explicó el director del ANIF.
Intercambio comercial
Finalmente, surge la cuestión de cómo se presenta la relación comercial entre Colombia y el gigante asiático. Para Restrepo, la relación con China debería enfocarse más en el presente. Aunque el intercambio comercial con China ha generado alrededor de 15,000 millones de dólares al año, las exportaciones colombianas apenas alcanzan los 2,400 millones. Por otro lado, en Estados Unidos, Colombia se beneficia significativamente de su industria agrícola y de servicios, lo que plantea una correlación entre la dependencia de importaciones y la representación comercial.
En cuanto a la inversión extranjera proveniente de China, esta sólo representa alrededor de 200 millones de dólares, en contraste con los más de 5,5 mil millones que provienen de Estados Unidos anualmente. El turismo también refleja esta falta de equilibrio, con solo 30,000 visitantes chinos al año en comparación a los 1.1 millones que llegan desde Estados Unidos.
El desequilibrio en el comercio con China es evidente, un tema que Restrepo resalta como una preocupación legítima. Para él, es esencial que Colombia explore nuevas oportunidades y desafíos que surgen en la relación con esta potencia económica, al tiempo que se mantiene firme en su colaboración con el resto del mundo.