Friscby Chicken se ha convertido en un tema de conversación en la boca de un millón de colombianos, y no precisamente por una gran oferta gastronómica o por los atractivos precios de su imponente familia. La causa de este súbito interés fueron las manifestaciones de solidaridad de cientos de miles de seguidores ante una situación complicada: la marca líder fue registrada en España sin el consentimiento adecuado de sus fundadores en Colombia.
En cuestión de horas, la noticia se convirtió en un fenómeno viral en el ámbito de los negocios colombianos.
La controversia surgió tras las condenas emitidas por los dueños de Frisby en Colombia por el uso irregular de su marca en la ‘página de inicio’, donde se registró como «Frisby España SL». Sin embargo, no solo el nombre de la compañía «criolla» estaba en juego, sino también su logotipo, identidad visual y colores, tal como han demostrado varias imágenes circuladas en redes sociales durante las últimas semanas.
Detrás de esta acción se encuentran el Sr. Barrenechea Corrrea y Jacqueline Guillemine Pérez, quienes representaron a la compañía ante Belera Juan Ignacio Gomeza Villa, en Bilbao, España, donde se estableció la nueva sociedad. Lo que podría no haber estado claro en la estrategia de estos involucrados es el fenómeno mediático que sus acciones generaron, el cual no solo estalló en redes sociales, sino que también alcanzó importantes medios de comunicación.
El malestar no se limitó a las redes; afectó a empresas de transporte, alimentación, planes de negocio, cadenas de restaurantes, y hasta a la competencia directa. Un evento que provocó el interés de personalidades de la televisión y, por supuesto, de votantes que no podrían ignorar la situación.
Los usuarios en redes sociales no se quedaron atrás; en un tono sarcástico, se lanzó la propuesta de que Frisby Chicken se postulara como candidato a la presidencia de la República en las próximas elecciones.
La solidaridad hacia la marca llevó a propuestas de candidatura presidencial para Frisby Chicken. Foto:Foto tomada de la cuenta x -jelgect @ Fabrimium
Pescar ‘pollo’ en el río codificado
Surge una pregunta crucial: ¿qué tan auténticos y sinceros son estos gestos de amor, apoyo y solidaridad de millones de colombianos hacia esta reconocida cadena de restaurantes?
Consultados sobre esta situación, expertos en marketing y publicidad han señalado que el fenómeno, aunque genuino, podría contener algunos matices de interés comercial que buscan capitalizar esta tendencia social. Es un común denominador en el sector, donde marcas y personas buscan ese impulso virales que actualmente caracteriza este tipo de eventos.
Como indicaron los expertos, hoy las marcas y las empresas operan en función de sus «actitudes» y su capacidad de resonar en la opinión pública. Frisby ha acumulado una sólida reputación en torno a su marca líder, pero este nuevo episodio podría ser tanto una oportunidad como un riesgo.
«Sin cuestionar la crisis, se ha presentado una oportunidad que resuena en la mente y en el corazón de los colombianos«, comentó Lina María Echeverri, directora de la Escuela de Negocios de Graduación (GSB) de la Universidad de Rosario, destacando la conexión cultural que tiene Frisby con la identidad nacional.
Este ícono colombiano ha generado una ola de apoyo, donde otras compañías, tanto nacionales como internacionales, se han unido a la causa. Aunque la solidaridad parece genuina, también podría esconder un oportunismo latente, donde las marcas buscan ganar visibilidad al asociarse con temas populares en redes sociales.
Clubes colombianos también expresan su apoyo a Frisby: Junior. Foto:Instagram
«No he visto un fenómeno similar y no hay duda de que Frisby se ha convertido en una tendencia. Todos hablan de esa marca. Imagínate cuánto costaría una campaña de tamaño similar; no quiero ni pensar en la inversión que se requeriría«, comentó Juan Pablo Rocha, director de publicidad académica de la Universidad de Jorge Tadeo Lozano. El publicista, con más de 40 años de experiencia, puntualiza que la originalidad de la empresa queda en manos del apoyo colectivo hacia Frisby, convirtiendo este momento en una ventana interesante para defender y fortalecer la marca.
Aunque, advierte, el problema inicia cuando más empresas se suman a esta iniciativa, como ya ocurre con más de 200 colaboraciones, ya que «la originalidad se pierde cuando otras marcas intentan imitar lo que están haciendo».
Cosecha de lo que se siembra
Otro punto de vista que comparten varios expertos es que esta situación puede abrir la puerta para que Frisby aproveche el apoyo que ha recibido de innumerables colombianos. Este respaldo se traduce en una imagen positiva y una reputación construida a lo largo de cinco décadas. Si Frisby no hubiese sido una marca querida, probablemente no habría recibido esta avalancha de apoyo.
Como señala Echeverri, el marketing efectivo hoy en día se basa en responder rápidamente a eventos y tendencias en tiempo real. Esto busca maximizar la visibilidad, crear conexiones más efectivas y aumentar la conversión, lo que se traduce en una oportunidad invaluable para Frisby.
No obstante, también se debe tener cuidado, ya que estas campañas pueden generar riesgos considerando el estado de la audiencia. Es crucial entender que «la gente se siente identificada con marcas que se acercan a ella de manera auténtica, ya que estas no pertenecen únicamente a las empresas, sino que son también parte de sus consumidores».
Marcas de diferentes sectores han expresado su apoyo a Frisby Colombia. Foto:Redes sociales
El desafío radica en que en la segunda fase de esta ‘tendencia loca’, la compañía debe actuar con rapidez, ya que el fenómeno podría desvanecerse, advierte Rocha. «Durante una semana, este respaldo probablemente no tendrá el mismo efecto; deberán usar este momento para su beneficio».
No se duda que los fundadores de la empresa han trabajado arduamente para construir una marca tan querida. Esta viralidad no se dio a conocer de inmediato, sino que fue creada por una situación de crisis en la que otros se unieron, convirtiéndose en una tendencia incontrolable.
La comunidad reaccionó porque se sintió identificada con la marca, que tiene un propósito, y una de las verdades que esta situación nos enseña es que las marcas no pertenecen solo a las empresas, también son propiedad de los clientes.
Lina María Echeverri, Directora de la Universidad de la Escuela de Negocios de Graduación (GSB) de la Universidad de Rosario.
No hay duda de que esto ofrece lecciones sobre oportunidades para capitalizar el cariño expresado en redes. Además, el mensaje a las empresas en términos de construcción de la marca no es simplemente una «tendencia pasajera», ya que en unos días la gente suele olvidar empresas que han intentado tal acercamiento.
Para el director de GSB, es evidente que hay lecciones que aprender sobre la gestión y la administración de marcas. Deben entender que no son solo logotipos o símbolos, sino recursos valiosos para las empresas.
«Es fundamental que las compañías comprendan cómo se relacionan con sus clientes y consumidores. Deben generar un vínculo emocional, recordar que las marcas pueden ser parte de la vida diaria, resaltando ese sentido de nacionalidad que a menudo se siente a través de la propia compañía», concluyó.