La policía británica dijo el martes que el sospechoso de la indignación múltiple ocurrió ayer en Liverpool después del desfile de celebración del título de la Premier League of Football, un hombre británico de 53 años, fue arrestado bajo sospecha de «intento de intento de asesinato y crímenes de conducción peligrosos y bajo los efectos de las drogas».
En declaraciones a los medios de comunicación, el subdirector de la Policía de Merseyside, Jenny Sims, también dijo que, según los datos del Servicio de Salud Pública inglesa (NHS), 50 personas fueron tratadas en hospitales después del ataque, de los cuales 11 todavía son admitidos y en condiciones «estables».
Las autoridades llevan a cabo una «investigación exhaustiva» para aclarar el incidente, aunque han descartado la causa terrorista según Efe.
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Keir Starmer, «Horror absoluto»
El primer ministro británico, Keir Starmer, enfatizó el martes que «las escenas de alegría se convirtieron en horror y devastación absoluta».
«Mis pensamientos y los de todo el país están con todos los afectados», agregó antes de la prensa.
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Los videos publicados por los testigos en las redes sociales mostraron que el vehículo circulaba a lo largo de la calle que estaba cerrado al paso de los automóviles, arrojaron a varios peatones por el aire y arrastró al menos cuatro bajo sus ruedas.
Cuando el vehículo se detuvo, grupos de fanáticos enojados convergieron a su alrededor y comenzaron a romper las ventanas mientras los agentes de policía luchaban para evitar que llegaran al conductor.
