El trabajo infantil continúa afectando a millones de menores en todo el mundo. Cada 12 de junio, esta fecha se convierte en una oportunidad para crear conciencia sobre las condiciones que obligan a los niños a trabajar y exigir medidas más efectivas para erradicar esta práctica.
Un problema que persiste
A pesar de los avances en la reducción del trabajo infantil, las cifras continúan siendo alarmantes. UNICEF estima que 160 millones de niños trabajan en todo el mundo, y en países como Colombia, más de 300 mil menores estaban en esta situación solo en 2024.
Las condiciones en las que trabajan los niños pueden ser peligrosos para su desarrollo físico y mental. En países menos avanzados, uno de cada cuatro niños realiza un trabajo dañino para su salud y seguridad.
Factores que perpetúan el problema
El trabajo infantil no ocurre de forma aislada. Hay causas estructurales que lo mantienen en vigor:
- La falta de empleo para los adultos crea una dependencia económica del trabajo infantil.
- La pobreza extrema obliga a las familias a tomar decisiones difíciles de sobrevivir.
- La infraestructura escolar insuficiente hace que muchos niños abandonen sus estudios.
- La falta de regulación y supervisión permite mantener la explotación del niño.
Avances y desafíos
Según la OIT y UNICEF, el número de niños en el trabajo de trabajo infantil ha disminuido en más de 20 millones desde 2020, pero todavía hay mucho que hacer. Las organizaciones instan a los gobiernos a fortalecer la inversión en educación y protección social, ya que sin apoyo financiero, muchas familias continuarán obligadas a enviar a sus hijos a trabajar.
Cada 12 de junio, este día nos recuerda que todos los niños tienen derecho a una infancia libre de infancia. La clave es en educación, regulación y compromiso social para erradicar esta realidad.