En la reciente sesión parlamentaria en Neiva, los gobernantes Cristian Bautista y Lina Guzmán hicieron fuertes declaraciones con respecto a los graves cambios en el orden público que tuvieron lugar en los albores del vecindario de Granjas. El evento, que generalmente abre los festivales de San Pedro, fue herido por fragmentos callejeros, el uso de armas blancas y muchos heridos, lo que reveló el preocupado declive de la cohabitación y los sentimientos culturales de estas celebraciones.

Retirada

El ministro de Cristian Bautista no ocultó su ira por lo que sucedió, la situación adecuada como «muy compleja» y dudas sobre el origen y los perfiles de muchos de los involucrados en la interferencia. «Invítelos a las 5 de la mañana para ganar sus 50,000 peso y no se irá desafortunado», dijo duro, refiriéndose a los intereses de estos jóvenes en la construcción de una vida productiva. Para Bautista, la raíz del problema es la estructura y va más allá de la policía: muchos de estos jóvenes no viven en el vecindario, no tienen acceso al empleo o la educación y encuentran en esta válvula de escape espacial para una exclusión profunda. Su llamado fue claro: intervención social grave y persistente, es importante marcar las festividades y garantizar un ambiente seguro para la sociedad.

En el mismo orden, Lina Guzmán lloró el núcleo cultural, que durante décadas caracterizó a los festivales Sampedrinas. «Para mí, el cambio y el significado son que hoy las festividades no han golpeado hoy», dijo, señalando que la familia, el enfoque tradicional y alegre de San Pedro ha sido reemplazado por la expresión de la violencia y la falta de control.

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