Las corridas de toros han sido un símbolo cultural para muchos pueblos durante siglos, pero también una de las prácticas más cuestionadas para su crueldad hacia los animales. El Día Mundial Antitaurino, conmemorado cada 25 de junio, busca crear conciencia sobre el sufrimiento físico y emocional que la experiencia de los toros en este tipo de espectáculos.

En solo 20 minutos, un toro está sujeto a heridas intencionales con lanzas y banderas, recibe múltiples impactos y finalmente es cruzado por una espada. Incluso cuando sobrevive el primer intento de muerte, el «descubrimiento» se aplica con un cuchillo en el cuello, que a veces lo deja inmóvil pero consciente.

La comunidad científica ha documentado los niveles extremos de dolor y estrés sufridos por el animal, además del sangrado que puede implicar la pérdida de hasta el 18 % de su sangre total.

Colombia: A antes y después

En países como Colombia, donde las corridas de toros estuvieron protegidas durante décadas por argumentos culturales, 2024 marcó un punto de inflexión. Gracias a la presión social, las decisiones judiciales clave y el apoyo de los sectores políticos y académicos, el país prohibió gradualmente las corridas de toros.

La ley no solo establece su eliminación definitiva, sino que también propone planes alternativos para el uso de lugares y la conversión de aquellos que dependieron de estos eventos para sobrevivir. El cambio ya está en marcha, y Colombia podría convertirse en un ejemplo regional.

Que representa este día

Cada 25 de junio, organizaciones animales, grupos juveniles y artistas se unen para exigir el fin de esta tradición violenta. A través de eventos públicos, campañas de información y presión política, intentan reemplazar este espectáculo con formas de arte y encuentro que no requieren la sangre de otro ser vivo.

Este día también busca desmontar mitos: las corridas de toros no es «herencia intangible», ni representa a todos los pueblos donde se practica. De hecho, cada año hay más municipios, regiones y países que declaran su oposición formal a las corridas de toros.

Una sociedad que evoluciona

La cultura cambia, y con ella las costumbres que ya no representan valores contemporáneos. El Día Mundial Antitourine no es una batalla contra el pasado, sino una defensa del presente y una proyección del futuro: una en la que la empatía no es una excepción, sino la regla.

En un mundo donde el uso de animales se cuestiona cada vez más con fines de entretenimiento, hoy la voz representa a aquellos que no pueden defenderse. Y ese mensaje, aunque todavía tiene resistencia, es cada vez más claro: Sin violencia, el arte también florece.

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