En una final legendaria, directamente a la historia del tenis, en la que levantó tres bolas de partido y rastreó dos sets, Carlos Alcaraz (segundo ATP) retuvo el título en Roland Garros contra Jannik Sinner (1er); 4-6, 6-7 (4/7), 6-4, 7-6 (7/3) y 7-6 (10/2) en cinco horas y 29 minutos.

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Dos semanas después del inmenso homenaje a Rafael Nadal, quien terminó con el descubrimiento en la tierra golpeada de una placa que recuerda a sus 14 coronas en París, Alcaraz y Sinner pagó honores con una de las mejores finales de la historia. Y el más largo en Roland Garros en la era profesional de 1968-.

El primer duelo en una final de Grand Slam de los dos jugadores llamó a Reign estaba esperando. Pero, ¡qué valió la pena! Un regalo para el tenis del planeta en su 12º juego, con ocho victorias ahora para los españoles, que ha ganado los últimos cinco. Y sin duda lo más importante.

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– Cinco de cinco, como Federer –

Alcaraz, de 22 años, conserva el título en Roland Garros y alcanza cinco Grand Slams en cinco finales en disputa, mientras que Sinner, de 23 años, pierde el primero después de ganar sus tres anteriores -Australia 2024 y 2025, US Open 2024-.

De hecho, el español es el segundo jugador que gana sus primeras cinco finales en los ‘grandes’ después de un Roger Federer.

Sin el mito suizo o Nadal y con Novak Djokovic dando pistas sobre una retirada no muy lejana, derrota al pecador en las semifinales, de los ‘tres grandes’ pasarán sin ningún trauma a los ‘grandes’: los españoles y los italianos, que se han distribuido en partes iguales, los últimos seis grandes escasas, han llegado a quedarse durante mucho tiempo.

La final tuvo un antes y después con las tres bolas de campeonato que salvaron a Alcaraz cuando perdió 5-4 y 0-40 en el cuarto manga.

Hasta entonces, su juego había sido una lucha por sobrevivir contra una computadora para jugar en el tenis, definitiva e intransitable.

Durante dos conjuntos de Sinner, había impuesto su receta implacable: consistencia al máximo poder para desarrollar un Alcaraz incapaz de mantener al tipo en las bolas o encontrar alternativas.

Para más INRI, incómodo durante el primer set, se vio obligado a sentarse a que el médico lo tratara a su ojo derecho porque lo había desempolvado.

«¡Carlos, Carlos!» Gritó a los 15,000 espectadores que llenaron el Chatrier, expectante para asistir a una batalla memorable que finalmente puede decirle a sus nietos.

– Un milagro en tres bolas –

Con dos sets para superar, lo que nunca había logrado en su carrera, Alcaraz necesitaba una heroicidad. Estaba recuperando el color y ganó un tercer set relativamente cómodo, el primero que quedó sin su impecable viaje hasta la final.

En el cuarto manga llegó el milagro. Tres bolas de campeonato salvadas y el prodigio español antes de un pecador que había comenzado a dar alguna señal de que también era humano.

Con la noche cayendo en París, el quinto set fue un regalo para el Chatrier. Ambos jugadores ofrecieron una exposición con cinco horas de tenis en las piernas determinadas en un ‘Super Tie-Break’, el primero del torneo.

Se merecían el torneo dos. Pero Alcaraz, el niño que juega al tenis para divertirse, impuso su ley en un chatrier a punto de explotar. Se arrojó al suelo y Sinner vino a abrazarlo. Abra el paso a la nueva era.

Ironies of Destiny, firma su quinto Grand Slam con 22 años, tres meses y un día, exactamente la misma edad que Nadal tenía cuando llegó a esta figura.

/afp

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