

En una votación hecha al amanecer, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó el proyecto de ley que reduce los requisitos para obtener licencias ambientales en trabajos productivos. La propuesta, respaldada por 267 votos contra 116, avanza con fuerza a pesar de las duras críticas a los ambientalistas y miembros del gabinete presidencial. Amazonas: la ley ambiental brasileña reduce los requisitos para los permisos ecológicos.
El Senado ya había aprobado la medida. Ahora solo sigue siendo que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva decide sancionarlo o vetarlo. La aprobación ocurre unos meses después del COP30Cumbre climática global que se llevará a cabo en noviembre Belémeen pleno Amazon Brasileño.
El texto permite a las empresas iniciar construcciones sin inspección previa si aceptan la nueva Licencias de adhesión o compromisoque se basan únicamente en la auto -decoración. También establece uno Licencia especial que elimina las etapas del proceso ambiental si lo considera el poder ejecutivo.
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El sector agrícola describió la ley como necesaria para «desbloquear» proyectos productivos y modernizar la infraestructura nacional. Varios congresistas correctos insistieron en que la medida reduce la burocracia y estimula la economía.
«Una ley que no está modernizada retrasa el país», dijo Marcel Van Hattem, de la fiesta de novo. Por su parte, Zé Vitor (Partido Liberal) defendió que la norma «da garantías a los empresarios».
En contraste, organizaciones como Greenpeace Brasil rechazaron la reforma y advirtieron que el Congreso dejó comunidades vulnerables sin protección. «Permiten que las grandes empresas se llamen adecuadas para construir sin inspección o consulta a los afectados», dijo Gabriela Nepomuceno, especialista en políticas públicas.
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Lula enfrenta presión para vetar el proyecto
El Ministro de Medio Ambiente, Marina SilvaLamentó la decisión y advirtió que la ley «desmantela» el sistema de licencias del país. Aunque Lula puede vetar el proyecto parcial o totalmente, el Congreso tiene el poder de cancelar su decisión con una mayoría absoluta.
Además del conflicto interno, Lula enfrenta críticas internacionales. Los parlamentarios de la Unión Europea habían pedido al Congreso que suspendiera el proyecto, debido al impacto que podría generar en los compromisos ambientales de Brasil.
Con el COP30 En la vista, el gobierno brasileño debe decidir si refuerza sus credenciales ecológicas o si produce la presión del lobby agroindustrial, en un contexto donde el mundo observa cada paso que el país anfitrión toma de la próxima cumbre climática.