Canadá se prepara para llevar a cabo elecciones parlamentarias cruciales el próximo 28 de abril. Este evento político se ha acelerado debido a la renuncia inesperada de Justin Trudeau y la posterior llegada de Mark Carney al liderazgo del Partido Liberal. Aunque en un principio las elecciones estaban programadas para octubre, la inestabilidad política actual ha impulsado el adelanto de la fecha electoral, lo que ha llevado a los canadienses a decidir entre los dos candidatos principales: Carney y Pailievre.
El sistema político canadiense se basa en un modelo parlamentario, en el que los ciudadanos tienen el derecho de elegir a 343 miembros de la Cámara de los Comunes. El líder del partido que obtenga la mayor cantidad de escaños será designado como primer ministro. Para que un partido logre formar un gobierno mayoritario, debe conseguir al menos 172 escaños. En caso de no alcanzar esta cifra, como ocurrió en las elecciones de 2021, podrá establecer un acuerdo de confianza con otros partidos menores, como fue el caso del acuerdo entre los liberales y el NPD en ese entonces.
Más de 38 millones de canadienses, incluidos aquellos que residen en el extranjero y los prisioneros, tienen la oportunidad de participar en este proceso electoral. El periodo de votación anticipada se inició el 18 de abril, y se anticipa una participación significativa el día oficial de elecciones.
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Carney y Pailievre enfrentan el liderazgo del país; Canadá decide su futuro político entre Carney y Pailievre
Mark Carney, quien fue el gobernador del Banco de Canadá, se encuentra al frente del Partido Liberal, enfrentando el reto de alejarse del legado del ex primer ministro Trudeau. A pesar de haber asumido su posición sin un escaño en el parlamento, Carney está intentando consolidarse como una figura central moderada en la política canadiense, promoviendo una agenda centrada en la economía y la reconciliación nacional.
En la acera opuesta, su competidor Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador, ha propuesto una política populista de derecha, que se caracteriza por la desregulación, reducción de impuestos y una postura firme contra el crimen. Poilievre ha criticado a Carney de continuar con la política de Trudeau, y ha señalado su nacionalidad británica como un factor de desconfianza.
Los dos candidatos protagonizaron un debate acalorado el 17 de abril, donde exhibieron diferencias significativas en sus propuestas. Carney se posicionó como un moderado que busca un cambio progresivo, mientras que Pailievre intentaba presentar su enfoque como una ruptura radical con la política del pasado.
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Trump, economía y energía: los problemas que dominan la campaña
La influencia de Donald Trump ha tenido un impacto directo en el clima electoral de Canadá. Su guerra comercial ha influenciado negativamente en la economía canadiense, llevándola a enfrentar aranceles del 25% en productos que no forman parte del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). Trump no ha escatimado palabras provocativas, incluso llegó a referirse a Canadá como el «Estado 51» de los Estados Unidos y ha llamado a Trudeau “gobernador”.
Ante esta situación, los líderes políticos canadienses, tanto del Partido Liberal como del Partido Conservador, han manifestado la necesidad de redefinir la relación que tienen con los Estados Unidos, así como de fortalecer la soberanía nacional. Temas como la energía, el costo de vida y el acceso a la vivienda han cobrado gran relevancia durante este periodo electoral.
Tanto Carney como Pailievre están de acuerdo en que es necesario expandir la infraestructura energética, aunque los liberales sugieren que se lleven a cabo consultas con las comunidades indígenas antes de avanzar con la construcción de tuberías. En términos económicos, mientras los liberales prometen un enfoque que garantice estabilidad, los conservadores apuntan a cambios más drásticos en la política fiscal.
A medida que se acerca el 28 de abril, Canadá se encuentra en un punto de inflexión. Con dos visiones distintas para el futuro del país, el resultado de estas elecciones determinará no solo el final de la era Trudeau, sino también el rumbo que seguirá Canadá en relación con su poderoso vecino del sur. ¿Podrá Carney consolidar su poder o Poilievre triunfará con su propuesta radical de cambio? La respuesta se develará en las urnas en breve.
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