Las intensas lluvias que han afectado la región de Gualivá han llevado a la corporación autónoma regional de Cundinamarca (CAR) a implementar un plan de contención. Este plan incluye la activación de maquinaria especializada, la provisión de bolsas grandes y el monitoreo de diversas labores de control y mitigación de emergencias, las cuales culminarán en el año 2024, entre otras medidas importantes que se están pusieron en marcha ante esta situación climática adversa.

Gracias a la efectividad de estas estrategias, se ha logrado poner en funcionamiento dos orugas diseñadas específicamente para el dragado de la Quebrada Negra, la cual ha experimentado un caudal muy fuerte en los últimos días. Esta acción es crucial para evitar inundaciones y mantener el cauce del río en condiciones óptimas, previniendo así el desbordamiento y los daños asociados a las inundaciones en la zona.

En Sasaima, la labor de la corporación ha sido igualmente significativa. Esta se ha manifestado a través de la entrega ante el Consejo Municipal de Gestión de Riesgos y Desastres de un total de diez bolsas grandes, las cuales tienen una longitud aproximada de 2 metros. Estas bolsas, que se compactan con arena y piedra, funcionan como gaviones, proporcionando estabilidad a los suelos y controlando los desbordamientos mediante la creación de estructuras que actúan como paredes de contención. Estos trabajos de estabilización son fundamentales para proteger tanto a las comunidades como a la infraestructura de la región.

El director regional del automóvil, Ronald Prieto, comentó sobre la importancia de esta colaboración: «Hemos estado haciendo un trabajo colaborativo, dentro del cual hemos decidido utilizar estas bolsas en la pendiente de Blanca Quebrada en la aldea de Ganane, que se localiza a pocos metros de la institución educativa de Gualivá.» Este enfoque demuestra el compromiso de los involucrados en garantizar la seguridad de la población en tiempos de crisis.

Como complemento a estas acciones, los equipos técnicos de la Regional Gualivá han estado trabajando arduamente en lo que respecta a las obras que la CAR entregará en 2024. Entre estas se encuentran las paredes de contención en el río Villeta y el río Dulce, ubicados en Sasaima, así como trabajos de estabilización en las laderas donde se unen los ríos Tobia y Negro. Esto es especialmente relevante en el área poblada de Tobia Grande, donde se han tomado medidas preventivas para mitigar el riesgo, garantizando así que no se presenten situaciones que puedan comprometer la seguridad de las comunidades circundantes o el uso de rutas de acceso.

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