Colombia está a punto de firmar su adhesión a la iniciativa de la franja y la ruta, un megaproyecto económico promovido por Xi Jinping. Este compromiso fue anunciado durante la cumbre de Celac-China, donde Colombia también ocupa el papel de presidente pro tempore del bloque regional. En este contexto, Colombia se encuentra equilibrando sus relaciones entre China y los Estados Unidos, con el presidente Gustavo Petro realizando un viaje a Beijing que ha generado expectativas en diversos sectores.

El presidente Petro llegó acompañado de ocho ministros clave en áreas estratégicas y ha mantenido reuniones con altos funcionarios chinos. Estas interacciones incluyeron una cena diplomática organizada por la Embajada Colombiana en Beijing, donde se enfatizó la importancia de fortalecer los vínculos en sectores como la infraestructura, la tecnología y el comercio, pese a las advertencias provenientes de aliados tradicionales de Colombia, especialmente en Estados Unidos.

«Vamos a firmar la ruta de la seda», afirmó Petro durante su visita, reafirmando su decisión de diversificar las relaciones internacionales de Colombia como un acto soberano. Esta declaración ha sido recibida con interés y preocupación en diferentes círculos económicos y políticos, reflejando la complejidad de la situación actual.

Los gremios de negocios solicitan claridad al posible impacto económico y geopolítico

La decisión del gobierno colombiano ha generado inquietud entre importantes gremios del país. Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), expresó su preocupación por la falta de debate público sobre este cambio estratégico. «¿Colombia quiere hacer esto en este momento? A cambio de qué? ¿Cómo afecta la relación con nuestros compradores principales?», cuestionó Mac Master, señalando la necesidad de un análisis profundo sobre las repercusiones de esta decisión.

«¿Colombia quiere hacer esto en este momento? A cambio de qué? ¿Cómo afecta la relación con nuestros compradores principales?» Preguntó.

Además, María Claudia Lacouture, presidenta de Amcham Colombia, advirtió sobre los posibles efectos que este acercamiento a China podría tener en la relación histórica y comercial del país con los Estados Unidos, que sigue siendo su principal socio comercial. Lacouture enfatizó que cualquier acuerdo con China debe respetar principios de «transparencia, reciprocidad y sostenibilidad», subrayando que el vínculo con la ruta de la seda podría ser visto en Washington como un movimiento geoestratégico arriesgado, especialmente en un momento de creciente rivalidad entre China y Estados Unidos.

Donald Trump ha tensado relaciones bilaterales con varios socios, incluida Colombia.

Déficit comercial y tensiones con los EE. UU. Marcan la visita; Colombia entre China y los Estados Unidos: Petro Viajes a Beijing

Desde el punto de vista económico, Colombia presenta un notable déficit comercial con China. En 2024, el país importó productos por un total de US $ 14.7 mil millones, mientras que sus exportaciones a China apenas alcanzaron los US $ 463 millones. Esta disparidad ha generado escepticismo y preocupación en los sectores productivos nacionales, que temen perder competitividad.

Estados Unidos, por su parte, observa con cautela este acercamiento entre Colombia y China. Los portavoces del gobierno de Trump ya han lanzado advertencias sobre los riesgos de permitir una mayor influencia china en el continente sudamericano. No obstante, expertos como Yann Basset, politólogo de la Universidad de Rosario, sugieren que este proceso de diversificación no debe interpretarse como un rompimiento con Estados Unidos: «Colombia llega tarde a esta agenda. Todos los países están hablando con China. No se trata de exclusividad, sino de abrir nuevas oportunidades», afirmó Basset, reflejando una perspectiva más matizada sobre las decisiones diplomáticas colombianas.

Durante su visita a Beijing, el presidente Petro también pretende buscar ampliar los acuerdos en ciencia, tecnología y educación, aspectos cruciales para el desarrollo sostenible del país. Sin embargo, el telón de fondo geopolítico, caracterizado por las tensiones crecientes entre China y Estados Unidos, añade una capa de complejidad a estas negociaciones y decisiones. En este contexto, Colombia debe navegar cuidadosamente sus intereses estratégicos en un entorno internacional cambiante y lleno de desafíos.

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