A pocos días de entrar en vigor la decisión del Ministerio de Transportes que dictaba la obligatoriedad del CBS y ABS en las motocicletas, en función de su cilindrada, el mismo ministerio anunció un retraso de un año más, hasta el 13 de octubre de 2026. Aunque esta decisión se sustenta en razones que pueden ser válidas, no envía un mensaje positivo al Gobierno.
Pero en lugar de centrarnos nuevamente en las implicaciones de este retraso, en que contradice todas esas ineficaces campañas de seguridad vial que se anuncian a bombo y platillo, que va en contra de las iniciativas internacionales aceptadas por Colombia o que debe haber habido el lobby habitual de algunas marcas, veamos qué han contribuido el CBS y el ABS a la automoción segura y cómo en la conducción del motor.
Lo primero que hay que tener en cuenta, antes de empezar a hablar de estas asistencias, es cómo funciona la frenada en las motos, ya que en ellas la frenada de cada rueda se realiza de forma independiente. En el caso de las motos automáticas (como las scooters), ambas se controlan mediante palancas en el manillar, mientras que las que tienen transmisión mecánica se controlan mediante la palanca derecha y otra palanca también del lado derecho que se acciona con el pie (aquí el manillar izquierdo es el embrague).
Independientemente del tipo de motocicleta, la fuerza de frenado no se distribuye uniformemente entre ambas ruedas, sino que la delantera se encarga del 70 por ciento y la trasera del 30 por ciento restante. Más allá de la experiencia que pueda requerir esta operación independiente, lo clave es que significa saber frenar, es decir, utilizar ambos frenos para una parada más rápida y eficiente, distribuir la fuerza según las condiciones (por ejemplo, en condiciones de lluvia o humedad), entre otras cosas.
Ya sea en el transcurso del aprendizaje, porque no se aprendió en un curso impartido por personal capacitado, o por el ‘bloqueo’ que se produce cuando la gente se asusta, no es raro que algunos motociclistas no utilicen ambos frenos, sino sólo el trasero, por ejemplo. Entonces CBS entra en escena.
Las siglas CBS significan Combined Brake System, aunque algunos fabricantes también le han puesto su propio nombre. En cualquier caso, su funcionamiento es el mismo: se encarga de repartir la fuerza de frenado entre ambas ruedas incluso cuando el conductor activa sólo una de ellas (normalmente la trasera).
Respecto a aquellos casos en los que el motociclista utiliza un solo freno, la principal ventaja que ofrece el CBS es el acortamiento de la distancia de frenado y, al mismo tiempo, la reducción del riesgo de accidente. Por el contrario, otros pilotos más experimentados suelen ver el inconveniente de que cuando quieren utilizar sólo el freno trasero en condiciones de lluvia o mojado para reducir o evitar la posibilidad de que la rueda delantera pierda agarre y patine, el CBS no les permite hacerlo.
Aquí es donde entra en juego el sistema antibloqueo de frenos (ABS), que al igual que en los coches, es un sistema antibloqueo de frenos que funciona a través de sensores que detectan si una rueda se está bloqueando. Luego envían una señal a la unidad de control electrónico (ECU) para hacer que las válvulas del módulo electrohidráulico se abran y cierren miles de veces por segundo para evitar el bloqueo. De esta forma, no perderás el control de la motocicleta cuando los frenos estén aplicados a fondo.
Yendo un paso más allá, hace unos años se introdujo en el mercado el ABS en curvas en algunas motos de altas prestaciones, denominadas también con diferentes nombres según el fabricante. Aquí no sólo hay una ECU que recibe la señal de velocidad de las ruedas, sino también una unidad de medida inercial (IMU) dotada de giroscopios y acelerómetros que también permiten detectar los ángulos de inclinación de la moto en todo momento.
Gracias a estas medidas adicionales, la regulación de la fuerza de frenado evita que la motocicleta se sobrecorrija en las curvas, reduciendo así el riesgo de caída por pérdida de equilibrio.
También cabe llamar la atención sobre el hecho de que en ocasiones, normalmente por cuestiones de costes, el ABS convencional no llega más lejos sino que funciona «a medias». En muchas motos de gama básica y de bajo volumen, este sistema no está presente en ambas ruedas, sino únicamente en las delanteras (ABS monocanal, como se le llama popularmente), teniendo en cuenta que es el responsable de la mayor parte de la fuerza de frenada.
Es igualmente importante señalar que en motos enfocadas al off-road o algunas prácticas deportivas específicas, el ABS se puede desactivar para habilitar el bloqueo, que solo resulta útil en esas condiciones. Es el mismo principio que la intervención del control de tracción y estabilidad en los SUV.
Como es bien sabido, todo este mundo electrónico ‘vive plenamente’, leyendo, enviando y recibiendo miles y miles de señales por segundo para garantizar el funcionamiento prácticamente inmediato de estos sistemas con el objetivo de un funcionamiento más seguro en todo momento. Por tanto, no basta sólo con conocerlos, sino que es necesario comprenderlos y valorar así su importancia y el riesgo de su inexistencia.
Al igual que ocurre con los cascos y otros elementos de protección que hay que utilizar siempre, equipar las motos con CBS o ABS no debe hacerse sólo para cumplir la norma y evitar una sanción, sino que debe nacer como algo consciente de la propia seguridad y la de los demás usuarios de la vía.
DANIEL OTERO
EDITOR DE LA REVISTA MOTOR.COM.CO