Un jurado en Nueva York encontró al rapero culpable, son peines «diddy» para transportar a las personas a ejercer la prostitución, pero la absolvieron de los delitos más graves: el tráfico sexual y la conspiración para extorsionar. Aunque evitó una posible cadena perpetua, podría enfrentar hasta 10 años de prisión.
Encuentros sexuales organizados por peines
Cassie Ventura y otra mujer identificadas como «Jane» aseguraron que Combs los transfirió a diferentes lugares para participar en actos sexuales con terceros. Ambos afirmaron que el artista observó, grabó o dirigió las reuniones. El jurado consideró que facilitaba estas transferencias para fines de prostitución, aunque no era posible demostrar la coerción imputarlo por la trata de personas.
Reacción en la sala y rechazo del vínculo
Combs estaba emocionado al escuchar que fue absuelto de los cargos más serios. Hizo gestos de oración, se arrodilló, abrazó a su abogado Tey Geragos y agradeció al jurado. A pesar de esto, el juez Arun Subramanian negó su liberación bajo fianza de un millón de dólares. El artista debe permanecer detenido mientras espera la audiencia de oración.
El fiscal denuncia el peligro del acusado
La fiscal Maureen Comey se opuso al intento de suavizar la condena. Alegó que Combs representa un riesgo, cometió otros crímenes mientras fue investigado y podía violar las condiciones judiciales. Dijo que el artista participó en actos de violencia, tráfico de drogas y manipulaciones para ocultar evidencia.
Más de 100 quejas contra él
Los procesos legales contra los peines no se detienen. Más de 100 personas han presentado o preparado demandas de abuso sexual, violencia y violaciones, algunas de ellas desde la década de 1990. La primera queja pública, hecha por Cassie Ventura en 2023, se resolvió en un acuerdo económico confidencial. A partir de entonces, surgieron nuevas víctimas que acusan al Rap Tyco de comportamientos similares.
Victoria parcial para la defensa
El ex fiscal federal Robert Mintz dijo que el veredicto representa una derrota para la oficina del fiscal. Explicó que era difícil demostrar que los actos no eran consensuales, especialmente porque la defensa presentaba mensajes de texto que mostraban aparente consentimiento. Según Mintz, el resultado fue lo mejor que el equipo legal de Combs podría esperar.