Hace apenas cinco años, antes de que la pandemia cerrara de manera definitiva las puertas del mundo, El rango de 30 a 40 millones de pesos se presentó en Colombia como una opción atractiva para una amplia variedad de fanáticos que buscaban su primer automóvil. Este segmento ha sido siempre complicado debido a lo que representa un primer vehículo de cuatro ruedas. Sin embargo, el panorama actual es completamente diferente.
En efecto, las consecuencias de la pandemia han incrementado los precios de los automóviles, particularmente en el sector de la salud económica. Este aumento ha afectado sobre todo a los vehículos considerados más asequibles, ya que sus compradores suelen pertenecer a una clase socioeconómica más baja y están estrechamente vinculados con entidades de ayuda que facilitan su adquisición.
Las consecuencias de la pandemia han incrementado los precios de los automóviles. Foto:Izock
Analicemos entonces cómo ha cambiado el panorama para los automóviles más económicos de Colombia. Según la lista de precios de Motor 741 del 19 de febrero, el Suzuki Alto 800 Std tiene un costo de 29.4 millones de pesos, seguido por modelos como Chevrolet Spark, Nissan March y Logan Life que llegan hasta 40 millones.
Elegir un automóvil de entrada es una decisión que se aferra a varios factores. En primer lugar, es importante considerar el presupuesto disponible para el pago inicial y para la financiación de las cuotas restantes.
A partir de esta base, se deben evaluar las razones de la compra, como la necesidad de movilizar a una familia o el uso del vehículo como herramienta de trabajo. Sin embargo, los precios de los automóviles asequibles parecen haber afectado este panorama, lo que ha llevado a que no se encuentren entre los más vendidos actualmente.
El automóvil más vendido en Colombia, según Fenalco y Andi, es el Mazda CX-30. Foto:Izock
Al cierre de abril de 2025, el vehículo que mejor refleja esta tendencia es el Mazda CX-30, cuyo precio de entrada es de 113 millones de pesos. Este modelo es acompañado por otros como el Renault Duster, que parte de 81 millones; el Toyota Corolla Cross, que comienza en 135 millones; el Mazda2, a partir de 82 millones y el Kia Picanto, con un precio de 57 millones.
Decidirse por un automóvil nuevo en Colombia parece ser una tarea más complicada hoy en día que hace cinco años. Aunque la tasa de interés puede influir en un cambio de tendencia, los elevados precios de los vehículos nuevos pueden mantener la demanda en el mercado de usados.
Es evidente que adquirir un automóvil conlleva varios riesgos, pero sigue siendo una opción válida en el contexto actual. Según datos de Data Rundina, en 2024, se retuvieron 786,486 automóviles y camiones, una cifra significativa en comparación con los 200,953 automóviles nuevos que se registraron.
De hecho, el mercado se está recuperando, con un aumento en los nuevos registros en 2024 que fue del 7.9% en comparación con 2023. Durante los primeros cuatro meses de este año, también ha habido un incremento en las ventas en comparación con los datos de 2024.
Un factor adicional que podría continuar impulsando la venta de automóviles nuevos es el creciente interés en vehículos híbridos y eléctricos. Aquí observamos un cambio significativo en el segmento de automóviles más accesibles, ya que actualmente el vehículo más barato es el Bebone Xiaoma, un microcarro eléctrico chino que se presentó en la última feria del automóvil a un precio de 45 millones de pesos.
El microcarro eléctrico Xiaoma, un modelo chino muy accesible. Foto:Faw Besunne
Por otra parte, el Suzuki Alto, que antes era el modelo más económico hace cinco años, ya no se vende en Colombia. Su lugar lo ocupó el Renault Kwid, que inicia en 50 millones, según la lista más reciente de la revista Motor.
Si buscamos automóviles entre 50 y 60 millones, solo encontraremos otro modelo de gasolina: el Kia Picanto en su versión base (57 millones) y el modelo eléctrico (60 millones).
En este rango de precios, también aparecen otros vehículos, como el Opel Rocks, que se ofrece en 50 millones. Este modelo ha ganado popularidad en ciudades europeas, donde se puede rentar por días, semanas o meses, pues está sujeto a regulaciones específicas que limitan su peso, así como la obligatoriedad de características como ABS y airbags, permitiendo su uso en varias áreas sin necesidad de permisos.
Sin embargo, en Colombia, esto no aplica de la misma manera, ya que se clasifica como un automóvil y, por lo tanto, es necesario tener una licencia para conducirlo, lo que lo convierte en una alternativa viable para aquellos que buscan un medio de transporte urbano. Esto tiene en cuenta las limitaciones de autonomía (hasta 75 kilómetros) y velocidad (hasta 45 km/h).
En el rango de precios de entre 60 y 80 millones, las opciones se amplían e incluyen modelos como Chevrolet Onix, Citroën C3, Hyundai HB20, así como más versiones de Kia Picanto, Renault Logan, Sandero, Stepway y Volkswagen Polo.
También se pueden encontrar opciones híbridas y eléctricas, como el Suzuki Swift, el JMEV2 (eléctrico) y el Renault Kwid E-Tech (eléctrico). Los vehículos más asequibles en la categoría de camiones comienzan con modelos como el Changan CS15 (72 millones) y el MG ZS (73 millones).
En este contexto, el umbral para lo que se podría considerar un automóvil de entrada se empieza a ubicar, al menos en términos de precio, por encima de los 80 millones de pesos. Esto representa un desafío para muchos compradores, quienes difícilmente podrán «soltar» semejante cantidad de dinero.
Alcanzar los 80 millones en la actualidad es un panorama muy diferente a lo que se vivía hace tres años. En aquellos tiempos, era posible acceder a vehículos como el Mazda2 (hoy partiendo de 82 millones) o el Nissan Sentra (desde 123 millones), e incluso disfrutando de camionetas como la Suzuki Jimny o el Renault Duster y Volkswagen T-Cross.
Esto pone de manifiesto que el paisaje de los automóviles de entrada en Colombia ha experimentado transformaciones significativas en los últimos años. Calificar si estos cambios son positivos o negativos es un tema más complejo; a medida que se diversifican las opciones con la llegada de modelos híbridos y eléctricos, también se complican los esfuerzos financieros que implican.
El Changan CS15 se destaca como uno de los camiones más económicos, con un valor de 72 millones. Foto:Izock
Desde un punto de vista racional, poseer un automóvil en Colombia puede considerarse un lujo dadas todas las implicaciones financieras envolventes (impuestos, combustibles, parkings, peajes, etc.). Sin embargo, para muchas personas, un automóvil se convierte en una necesidad, sobre todo para quienes deben sortear un transporte público deficiente o un entorno laboral incierto.
Es posible observar el mercado con la perspectiva de que, a pesar de la creciente inflación en los precios de los vehículos nuevos, sigue existiendo un aumento en sus ventas, y contrariamente a lo que uno podría pensar, es conveniente fijarse en modelos que no sean los más económicos. Saber con certeza el comportamiento futuro del mercado es complicado, pero la única certeza que se tiene hasta ahora es que, al menos en este momento, el automóvil de entrada en Colombia ha perdido su popularidad.
Daniel Otero
Revista.com.co