El 8 de junio, un fuerte terremoto sacudió la aldea de Santa Cecilia, en el municipio de Pararatebueno, Cundinamarca, dejando a docenas de familias en vulnerabilidad. La respuesta inmediata de nuestros soldados de rescate no se limitó únicamente a la atención de emergencia: también dio lugar a una iniciativa cargada de solidaridad, humanidad y vocación del servicio.
Bajo la coordinación de la brigada de atención y los ingenieros de prevención de desastres, el Ejército nacional Lideró una exitosa campaña de recolección en Bogotá, estableciendo tres puntos de recolección donde los ciudadanos y uniformados trajeron esfuerzos para proporcionar ayuda a quienes más lo necesitan.
Durante 10 días, la solidaridad estuvo presente a través de generosas donaciones que permitieron reunirse: 127 mercadospara apoyar la comida de las familias afectadas; 97 kits de limpiezapromover condiciones decentes de salud e higiene; 7 cajas grandes con utensilios de cocinaesencial para el trabajo doméstico; 5 paquetes de ropaque proporcionará abrigo y alivio a aquellos que lo perdieron todo.
Gracias al trabajo conjunto con la comunidad y después de un censo detallado, estas subvenciones fueron entregadas directamente a las familias más afectadas. Más allá del apoyo material, esta entrega representaba un mensaje de empatía, apoyo y esperanza.
Este día de solidaridad reafirma que el servicio del soldado colombiano va mucho más allá de cumplir con sus funciones. Su compromiso con el bienestar social, la cercanía con las comunidades y su disposición a servir son pilares que definen su trabajo diario.
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