Encuentran el cuerpo de Jean Carlos Bolaño Romo
El ejército colombiano realizó un hallazgo trágico este lunes al encontrar el cuerpo del soldado profesional Jean Carlos Bolaño Romo en una remota área rural de San José del Guaviare. Este joven soldado había sido reportado como desaparecido tras un brutal ataque en el que fue emboscado el escuadrón del Batallón de Joaquín París, un ataque que resultó en la muerte de otros seis militares, lo que pone de manifiesto el riesgo constante al que se enfrenta el personal de las fuerzas armadas en su lucha para mantener la seguridad en el país.
Los eventos fatídicos tuvieron lugar entre los caminos de Charras y Guanapalo, en el contexto de una intensa confrontación con elementos del Grupo Jorge Suárez Briceño, una facción disidente de las FARC. Según los informes, Jean Carlos Bolaño resultó herido durante el ataque y, en un intento desesperado por salvar su vida, se movió fuera del área de confrontación, lamentablemente sin éxito.
El ejército nacional, al conocer el desenlace trágico, activó de inmediato los protocolos establecidos para la recuperación del cuerpo y su posterior traslado al cantón del norte. Además, se comprometió a brindar apoyo psicológico a la familia del fallecido soldado, evidenciando la sensibilidad con la que se pretende abordar tales situaciones por parte de las autoridades.
«Presione para mí», el último mensaje
Antes de su trágica muerte, Jean Carlos Bolaño tuvo la oportunidad de enviar un mensaje de voz a su familia, donde transmitió sus sentimientos y la gravedad de la situación en la que se encontraba. «Tía, si algo me cuenta para mí, estamos aquí en combate», fue el mensaje que envió el domingo. Ladys Bolaño, su tía, compartió que después de ese inquietante mensaje no volvieron a tener noticias de él, lo que generó una creciente preocupación.
La tía de Bolaño, en declaraciones a la prensa, expresó su angustia: «Siempre dijo que las cosas eran malas, pero ayer nos alarmamos más». El mensaje, que llegó a las 6:41 de la mañana, fue el último contacto que la familia tuvo antes de perder toda comunicación con él, aumentando su desesperación y miedo por su bienestar.
En un comunicado oficial, el ejército lamentó profundamente la pérdida del soldado, destacando su valentía y sacrificio: «Honramos la vida, el servicio y el sacrificio de este héroe, que ofreció su vida para la defensa de Colombia». Este tipo de reconocimientos son fundamentales para honrar la memoria de aquellos que caen en el cumplimiento de su deber.
Las otras víctimas del ataque
El ataque ocurrido en las primeras horas del domingo 27 de abril en la aldea de Charras no solo se tradujo en la pérdida de Jean Carlos Bolaño, sino que se cobró la vida de otros seis valientes militares. Las víctimas de esta emboscada incluyen al sargento viceprimero Darwin Pérez Sánchez y a los soldados profesionales Jairo Arteaga Estrada, Anderson Steven Bohórquez Ospina, Juan David González Fernández, Carlos Andrés Pushina Pushina y Moisés David Cuadros Ruiz, todos ellos héroes que se comprometieron a salvaguardar la paz y la seguridad de su país.
Este escuadrón, que cumplía la función de proporcionar seguridad al antiguo espacio territorial de entrenamiento y reincorporación (AETCR) de Charras, representa un esfuerzo significativo en la implementación de los acuerdos de paz firmados en 2016, donde se busca la reintegración de exguerrilleros al tejido social colombiano.
Ola de violencia contra la fuerza pública
Desafortunadamente, el ataque en Guaviare se suma a una preocupante ola de violencia que ha resultado en la muerte de al menos 18 miembros de las fuerzas públicas en las últimas semanas. Los departamentos de Córdoba, Bolívar, Cauca y Antioquia han sido particularmente afectados por esta situación alarmante.
Según el Coronel (R) Carlos Soler, de la Asociación Colombiana de Oficiales de Retiro, estos ataques parecen ser parte de una estrategia más amplia para crear un ambiente de presión psicológica y desestabilización por parte de grupos armados ilegales, que aunque no poseen la capacidad para desafiar directamente al estado, intentan generar un clima de miedo y caos.
La gravedad de la situación se ve agravada por las restricciones en personal y presupuesto que enfrenta el ejército colombiano. Además, varias estrategias de inteligencia y operaciones ofensivas contra las disidencias de las FARC han sido suspendidas debido a un decreto que prohíbe las acciones militares contra el grupo liderado por alias Calarcá, lo que limita la capacidad de respuesta del estado ante estos actos violentos y pone en riesgo la seguridad del país.