Las autoridades colombianas se encuentran este viernes en la alerta máxima debido a la posibilidad de varios ataques simultáneos de los guerrilleros del Ejército Nacional de Liberación (ELN) para conmemorar el 61 aniversario de su creación.
El plan Guerrillas incluiría ataques masivos contra las instalaciones militares y policiales, así como la infraestructura crítica, como tuberías, carreteras, torres de energía, pero también entidades bancarias y edificios gubernamentales, según la información recopilada por las agencias de inteligencia.
Es por eso que las autoridades colombianas han reforzado la presencia del ejército y Policía en los principales núcleos urbanos y pueblos rurales en los que generalmente operan.
Los departamentos donde se han identificado mayores riesgos son Bolívar, Chocó, Cauca, Arauca, Nariño, Antioquia, el noreste de Boyacá, así como las zonas rurales de Valle Del Cauca y la región de Catatumbo, donde la violencia se ha intensificado en los últimos meses en la ocasión de los combates con los disidentes de la farsa.
Las fuerzas armadas ya han informado de los primeros ataques contra sus tropas. En una zona rural del municipio de Calamar, en Guaviare, el personal militar ha sido atacado con un dron, aunque las víctimas no se han lamentado.
En Saravena, el municipio de Arauca, un policía ha sido herido por los disparos de un francotirador, mientras que está domesticado, una tubería ha sido el objetivo de un paquete de bombas.
Las conversaciones con el ELN fueron una de las iniciativas estrella del presidente Gustavo Petro, cuando llegó a casa Nariño. Sin embargo, con el tiempo se rompió el diálogo debido a los ataques de guerrillas, que reprocharon al gobierno para no cumplir con algunos de los acuerdos precarios que se habían logrado.
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