Un incidente desafortunado en la ciudad fronteriza de Detroit ha transformado radicalmente la vida de Ricardo Prada Vásquez, un migrante venezolano de 32 años que se enfrenta a una dura situación. El 15 de enero, mientras desempeñaba su trabajo como repartidor, cometió un error que lo llevó a cruzar el puente de embajador hacia Canadá de manera accidental. A su regreso a los Estados Unidos, fue detenido por las autoridades de inmigración y puesto bajo custodia. Desde ese día, su rastro se ha desvanecido por completo, alimentando la creciente preocupación por la situación de los migrantes venezolanos después de su detención en territorio estadounidense.
La última vez que se tuvo noticias de Ricardo fue el 15 de marzo, cuando logró comunicarse con un amigo desde un centro de detención en Texas. Esa misma noche, se realizaron tres vuelos que transportaron a migrantes venezolanos hacia El Salvador. Sin embargo, sorprendentemente, su nombre no aparece en ninguna de las listas oficiales de pasajeros ni en las imágenes o videos que han sido publicados por el gobierno de los Estados Unidos.
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Su familia vive una agonía: «Desapareció de la faz de la tierra»; Falta de migrantes venezolanos después de la detención en los Estados Unidos
Tanto su familia en Venezuela como sus amigos en los Estados Unidos se encuentran en una profunda agonía, ya que no han logrado obtener información precisa sobre su paradero. Hugo Prada, su hermano, ha expresado la desesperación que les embarga, explicando que han explorado todas las vías posibles para encontrarlo, pero sin éxito. Organizaciones como Juntos y gratis y abogados especializados en derechos migratorios han intentado rastrear bases de datos, centros de detención y registros judiciales, pero el resultado ha sido un silencio abrumador.
El caso de Ricardo es un ejemplo extremo de cómo el sistema migratorio puede fallar, siendo calificado por Stephen Yale-Loehr, un experto en inmigración de la Universidad de Cornell, como un «agujero negro dentro del sistema migratorio». La falta de transparencia ha generado gran preocupación entre los defensores de los derechos humanos, quienes temen que existan más casos que se asemejan a la situación de Prada.
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Deportado sin rastro? El misterio de su destino final
A pesar de que ICE ha confirmado que Ricardo fue deportado, han mantenido en secreto su destino final. Curiosamente, no figura en el Centro de Seguridad Máxima en El Salvador, donde se encuentra una cantidad de migrantes que fueron remitidos bajo la alegación de tener vínculos con pandillas. Ni las autoridades de Estados Unidos ni las de Venezuela han proporcionado una respuesta clara sobre su situación actual.
Cabe mencionar que Ricardo no contaba con antecedentes penales, lo que hace aún más desconcertante su inclusión en estas listas. Su familia ha desmentido cualquier vínculo con actividades criminales, y el estigma que lo ha rodeado debido a algunos tatuajes ha llevado a que se le asocie erróneamente con el tren Aragua, una temida banda criminal en Venezuela.
Este caso pone en cuestión tanto la legalidad como el control de las recientes deportaciones masivas emprendidas bajo la administración de Donald Trump, y refleja un desorden preocupante dentro del sistema de inmigración de los Estados Unidos.
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