Frisby, la conocida cadena de restaurantes colombiana que se especializa en ofrecer pollo frito, se encuentra actualmente en la situación de enfrentar un desafío legal en relación con el uso de su marca en el territorio español. Esta problemática ha surgido debido a la promoción no autorizada de su supuesta expansión en Europa a través de plataformas digitales que no cuentan con el respaldo oficial de la compañía.
En respuesta a esta situación, la compañía ha emitido una declaración en la que subraya que no puede permitirse el uso indebido de su identidad gráfica y comercial. El problema ha sido agravado por la existencia de un sitio web que opera bajo un dominio español (www.frisby.es) y diversas cuentas en redes sociales, como Instagram (@frisby_es), las cuales están difundiendo información falsa en el contexto español.
Estas plataformas no oficiales han recurrido al uso de imágenes generadas por inteligencia artificial y mensajes de marketing que sugieren que la marca Frisby está por llegar a España. De hecho, incluso se han presentado oportunidades de inversión y franquicias utilizando el nombre Frisby, todo esto sin contar con la autorización de la empresa colombiana.
Frisby en España Foto:www.frisby.es
Reacciones de Frisby ante la situación en España
La compañía ha sido clara al afirmar que «no hemos iniciado ni aprobado ningún proceso de expansión, comercialización o inversión de Frisby en España o en otras naciones de la Unión Europea. No ofrecemos ni aprobamos modelos de franquicias de terceros para la apertura de restaurantes,» sostuvo Frisby en una declaración oficial.
Frente a las denuncias de la compañía colombiana, la cuenta de Frisby en España en Instagram lanzó un comunicado el 6 de mayo de 2025, firmado desde Madrid. En este documento, se menciona que el propietario exclusivo y legalmente registrado de la marca Frisby en la Unión Europea, de acuerdo a la normativa de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo), tiene todo el derecho de uso y explotación de la marca dentro del territorio europeo, abarcando también los planes de apertura y las ofertas de franquicia. Frisby España se presenta como una entidad completamente independiente, sin ningún vínculo corporativo con la compañía en Colombia. Sin embargo, la dirección proporcionada en Bilbao, en la provincia de Vizcaya, genera sospechas sobre la autenticidad de dicha entidad.
Restaurante Foto:Frisby
Riesgos asociados a las ofertas de inversión
Una parte de las acciones promovidas por estas plataformas no oficiales incluye un documento titulado «Hisea de terreno Frenchice – Frisby España», en el que se detallan las condiciones de inversión para empresarios interesados en abrir una franquicia de la marca. Este documento estipula que la inversión inicial requerida es de 300,000 euros, la cual incluye una entrada de 45,000 euros, además de un derecho de autor del 5 por ciento sobre las ganancias netas.
Frisby se ha pronunciado claramente, advirtiendo que estas ofertas pueden considerarse potenciales fraudes, ya que no están relacionadas con la compañía. La empresa ha instado a los consumidores y potenciales inversores a que se mantengan alejados de realizar transacciones o a no responder a estas ofertas no autorizadas.
«Reiteramos que todas las comunicaciones oficiales de nuestra marca se hacen exclusivamente a través de nuestros canales autentificados, como nuestro sitio web oficial (frisby.com.co) y nuestras redes sociales verificadas», declaró la compañía.
Frisby ha manifestado su intención de emprender acciones legales para salvaguardar su marca y proteger a sus clientes, poniendo énfasis en la necesidad de no caer en posibles fraudes. Por otro lado, la entidad que se presenta como Frisby España asegura tener una base legítima para utilizar la marca dentro de la Unión Europea.
Este caso plantea interrogantes sobre la veracidad de la existencia de Frisby España y si realmente dispone de un registro legítimo en el ámbito europeo. Hasta ahora, la situación no ha sido resuelta, mientras ambas partes defienden sus respectivos argumentos y se preparan para posibles confrontaciones legales en el futuro.