Un curioso estudio realizado por la Policía Federal Brasileña, ha revelado la historia del espía con posibles raíces en los últimos Rales de la Unión Soviética. Era conocido por los recientes comunicados de prensa que una creciente sospecha de que los agentes de KGB que operan en Brasil podrían haber «sembrado» un certificado de nacimiento auténtico en nombre de la ficción.
Objetivo: La generación futura de espías rusos podría requerir que sus décadas después se infiltren en Occidente.
El misterio surgió cuando las autoridades brasileñas, al desmantelar la red espía del Kremlin, descubrieron que varios espías rusos secretos tenían un certificado de nacimiento brasileño que parecía genuino.
Fue una sorpresa con el informe de abril: los documentos no solo fueron injusticias recientes, sino que no parecían ser en absoluto.
Esta revelación ha significado que los funcionarios brasileños han considerado una hipótesis con ecos sobre los métodos más elaborados de la Guerra Fría.
La teoría apunta a los agentes de la KGB que trabajan desconocidos en Brasil durante el excelente fin de la Unión Soviética (finales de los años ochenta y principios de los ochenta), habrían registrado nacimientos que no existían. Estos documentos estaban ocultos y esperaban ser activados por nuevos agentes años después.
Si se confirma, esta acción representaría una predicción inusual y lealtad de los servicios de inteligencia soviéticos, en un momento en que el niño comunista aplastó y el KGB mismo enfrentó su resolución.
Sin embargo, los informes indican que esta visión a largo plazo está en línea con la cultura del espía ruso, que a menudo prioriza la planificación creativa y de generación sobre comodidad inmediata.
Obtener una autoimagen de confianza, comienza con un certificado de nacimiento, es crucial para las drogas de élite «ilegales» destinadas a vivir su reducción durante décadas.
Edward Lucas, un escritor británico y experto en servicios de inteligencia rusos citados en el informe, cree que «es del tipo que harían» y arroja luz sobre «la atención elaborada y de generación que adoptan para crear estos identificadores».
Operación milimétrica
El Times también revela que aunque los documentos parecían legítimos en su forma («La tinta es normal, la página está bien», según un investigador brasileño), la información era incorrecta: los padres se registraron o no existieron o nunca tuvieron hijos con estos nombres.
Incluso se menciona un posible «guiño» a partir de una generación de espionaje a otro: uno de los padres en un certificado sería alias brasileñas otras agencias de inteligencia que trabajaron en América del Sur y la generación europea antes.
A pesar de la fascinante hipótesis, tanto los expertos como los servicios de inteligencia occidentales, que el New York Times consultó, no pudieron señalar ejemplos similares en la historia de los espías rusos y algunos mantienen sus sospechas. El estudio brasileño continúa y los certificados de nacimiento en cuestión permanecen bajo secretos.
Lo que parece claro, según el estudio, es que Brasil se usó como una especie de «cadena de combinación» para que los agentes rusos se conviertan en brasileños, obtengan pasaportes y creen una vida normal antes de ir a otros países para realizar su espionaje.
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