Las nuevas encuestas revelan la aprobación del presidente Donald Trump en su punto más bajo desde que asumió el puesto, promovido por su gestión del conflicto en el Medio Oriente y una controvertida propuesta presupuestaria.
«Solo el 40 por ciento de los estadounidenses aprueban su gestión».
La popularidad del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha marcado un mínimo histórico, según dos nuevas encuestas publicadas esta semana por el economista/YouGov y Gallup. Ambas encuestas indican que solo el 40% de los estadounidenses aprueban su administración, en comparación con el 54% que la rechaza, lo que representa una desaprobación neta de 14 puntos. Esta figura es la más baja que el presidente obtuvo desde que llegó a la Casa Blanca.
Conflicto y economía: los principales factores
La incomodidad ciudadana, reflejada en estas encuestas, no se limita a un solo problema. Su gerencia en el conflicto entre Israel e Irán ha recibido un notable -17% de la aprobación neta, una disminución significativa con respecto a la semana anterior. Las políticas económicas, especialmente en temas como la inflación y los precios, también muestran un fuerte rechazo, cayendo hasta -26% en la aprobación neta. A pesar de esta caída general, el anuncio de Trump sobre los ataques contra Irán revivió el apoyo entre sus bases republicanas, con un aumento en el apoyo a su gestión y bombardeos. Sin embargo, entre los demócratas creció significativamente la oposición a las acciones militares, incluso sugiriendo un nuevo proceso de juicio político.
Proyecto presupuestario controvertido y desencanto juvenil
Otro golpe significativo para su popularidad proviene de su ambiciosa «gran y hermosa ley presupuestaria». Esta legislación, que busca extender los recortes de impuestos y aplicar recortes a programas sociales como Medicaid, enfrenta una fuerte oposición. Se muestran Fox y Quinnipiac que solo entre el 27% y el 38% de los votantes registrados apoyan la ley, mientras que el rechazo excede el 59%, con una notoria oposición entre independientes y hombres blancos sin un título universitario, tradicionalmente su base fuerte. Además, la disminución de la aprobación presidencial es particularmente aguda entre los Millennials (nacidos entre 1981 y 1996), donde solo el 36% apoya su administración, una caída considerable del 48% al comienzo de su presidencia. Las divisiones internas sobre este proyecto están marcadas incluso dentro del Partido Republicano.