Independiente Santa Fe logró una victoria significativa sobre Barranquilla Junior en su estadio, El Campín, un duelo que emocionó a los aficionados locales. El equipo bogotano se anotó goles cruciales a través de las actuaciones destacadas de Hugo Rodallega y Omar Fernández. Con este triunfo, Santa Fe suma puntos decisivos que son vitales en su búsqueda de avanzar en el torneo y acercarse a los puestos de relevancia.
Desde el comienzo del partido, se notó la clara intención de Santa Fe de dominar el juego. Las instalaciones del estadio vibraron con la presión que el equipo impuso a su rival. Rodallega, junto con Murillo y Torres, creó varias oportunidades de peligro en la portería de Junior. Por su parte, el equipo visitante, bajo la dirección de sus jugadores, logró una respuesta tímida a través de Fabián Ángel y enamorado, pero no lograron concretar sus intentos. La primera mitad finalizó sin goles, aunque ambos equipos tuvieron sus momentos para abrir el marcador.
La segunda parte trajo consigo una oleada de emoción y sorpresas. Junior fue el primero en abrir el marcador en el minuto 59, cuando Fabián Ángel ejecutó un potente remate con su pie izquierdo desde fuera del área, superando la estirada del arquero Andrés Mosquera. Sin embargo, Santa Fe no tardó en reaccionar ante la adversidad. La situación de cambio fue propiciada por un error, ya que Carlos Cantillo tocó la pelota con la mano en el área, lo que llevó al árbitro a señalar penal. Rodallega, con la responsabilidad del momento en sus pies, no falló y consiguió el empate en el minuto 66.
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El director técnico Jorge Bava demostró su agudeza al hacer ajustes en el juego, cambiando jugadores en momentos cruciales. Uno de esos cambios fue la entrada de Omar Fernández, quien llegó al campo con la misión de aportar frescura y energía al ataque. Este movimiento resultó ser la clave del partido. En el minuto 75, Alexis Zapata filtró un pase preciso hacia el área, y Fernández, haciendo gala de su capacidad, definió con astucia para colocar el balón en el fondo de la red, concretando el marcador final de 2-1. Santa Fe mostró una gestión inteligente en el desarrollo del partido.
A pesar de los esfuerzos de Junior por conseguir el empate, con su entrenador César Farías realizando varios cambios ofensivos, no lograron encontrar la claridad necesaria para vencer la sólida defensa de los locales. El árbitro adicionó cinco minutos al tiempo reglamentario, pero Junior no logró romper el férreo bloqueo defensivo que Santa Fe había establecido. Los Barranquilleros se encontraron con una muralla en su camino y no pudieron concretar sus intentos finales.
La victoria de Santa Fe fue celebrada con un fuerte sentido de logro y cohesión. Bava demostró tener razón con sus decisiones tácticas, ya que su equipo mostró tanto carácter como eficacia en el juego. Por su parte, Junior se aleja de los mejores ocho del campeonato y sus jugadores tendrán que esforzarse al máximo para ganar los partidos restantes si desean mantener vivas sus esperanzas de clasificación.
El Campín retumbó con la energía de un partido intenso y vibrante. Santa Fe, en su propia casa, rugió con fuerza, acercándose a las finales y alimentando la ilusión de luchar por el título. Este encuentro será recordado como un importante paso para el equipo capitalino en su camino hacia el éxito.