Con una frase que encendió las redes sociales, Andrés Fabián Hurtado, ex alcalde de Ibagué, apareció: «Si Ibagué tiene problemas, llamando a un ingeniero», dijo a un grupo de seguidores e intentó mostrarse como una solución a la sala. Sin embargo, la respuesta fue inmediatamente y se cargó con sospecha. A pesar de sus esfuerzos por presentarse como la respuesta a las dificultades que enfrenta la ciudad, su remark no fue bien recibido, reflejando el descontento acumulado de la población.

Su discurso no solo fue interpretado como un intento desesperado de lavar su imagen, sino que también devolvió la incomodidad entre los líderes de los ciudadanos y las veedurías. Estos últimos recordaron que el puente de la calle 60 sigue siendo un monumento al fracaso y que parte de su trabajo de administración fue sin terminar o incluso sin comenzar. Los ciudadanos no olvidan las promesas incumplidas y los proyectos que quedaron en la nada, y lo que pudo ser una oportunidad para conectar con la comunidad terminó por fortalecer su desconfianza hacia él.

Crítica

Durante su discurso, Hurtado defendió su gestión a través de la oficina del alcalde con una lista de proyectos que afirman haber llevado a cabo: Megacalegios, el hospital Picareña, la iluminación LED y las escenas deportivas. «No estamos hablando, somos hombres en hechos», dijo sin dudar, una frase que causó una agitación aún mayor por lo contrario de inacabado, cuestionado y en un estudio se retiró cuando se retiró. Las afirmaciones de logros chocan con la realidad que viven muchos ibaguereños, quienes se sienten abandonados y decepcionados.

En las redes sociales, los usuarios no lo sienten. «¿Los mismos lanzamientos restantes de Bridge quiere administrar la liga?», «Es el ingeniero quien nos puso en más problemas», fueron solo unas pocas respuestas que se multiplicaron después de la reunión. Los comentarios en línea revelan que la comunidad sigue observando atentamente y no se deja engañar por discursos vacíos. La falta de concretización en su gestión anterior pesa más que cualquier intento de reivindicación.

Incluso su distancia del «discurso politiquero» se leyó como un intento cavado de separarse de su propia ropa política, después de que la junta se caracterizó por preguntas, investigaciones y promesas. La percepción de que intenta distanciarse de su pasado y de errores cometidos en su administración no ha resonado positivamente entre los ciudadanos, quienes demandan transparencias y soluciones reales a los problemas que enfrentan.

Lemas de partición

Huradocerró su presentación con una frase: «Hoy Tolima tiene muchos problemas y tienes que llamar al ingeniero». Sin embargo, el eco restante no estaba interesado, sino ira. Al mismo tiempo, Veeduría y las industrias críticas exigen que la investigación sobre su progreso progrese más rápido y que el pasado no olvide los discursos reciclados. La población ha optado por no quedarse en el olvido y ha decidido demandar respuestas tangibles que justifiquen el liderazgo y la confianza que depositaron en él. La entrada «¡Llame al ingeniero!» se publicó por primera vez en | El diario de todos.

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