A pesar de la reciente reunión celebrada entre el presidente Gustavo Petro de Colombia y su contraparte chino, Xi Jinping, donde se discutieron relaciones diplomáticas y se firmaron acuerdos de cooperación, ha surgido una controversia notable. En este contexto, China ha decidido excluir a Colombia de una visa de exención que beneficiará a varios países de Sudamérica. Esta decisión ha generado inquietudes y dudas sobre las intenciones y la importancia que China le otorga a su relación con Colombia.

A partir del 1 de junio de 2025, los ciudadanos de otros países sudamericanos como Perú, Brasil, Argentina, Chile y Uruguay podrán ingresar a China durante un máximo de 30 días sin necesidad de obtener una visa. Este anuncio fue realizado a través de una declaración pública emitida por el gobierno chino, representado por el portavoz Lin Jian. Según la explicación brindada por Jian, esta iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio para fomentar el turismo y los viajes entre China y otras naciones, buscando de este modo incrementar la conectividad internacional y promover un intercambio cultural y económico más robusto.

La decisión de excluir a Colombia de la exención de visa parece ser un asunto accidental, aunque plantea interrogantes sobre el estado real de las relaciones bilaterales, especialmente a la luz de la reciente visita de Petro a China y sus declaraciones en torno a la necesidad de fortalecer los lazos entre ambos países.

Durante su encuentro con Xi Jinping, el presidente Gustavo Petro subrayó la importancia de «reconstruir el eje vertical» que conecta América Latina con China, a la vez que criticó la influencia predominante de los Estados Unidos en la región. Esta afirmación refleja una postura más amplia en la que Colombia busca diversificar sus alianzas y fortalecer sus relaciones con potencias emergentes, como China.

Además, en el contexto del Foro Celac chino, se llevó a cabo una reunión que reveló la intención de Colombia de adherirse a la iniciativa de la Franja y la Ruta. Este es un ambicioso proyecto chino dirigido a financiar proyectos de infraestructura en el extranjero, lo que denota una creciente ambición por parte de China para expandir su influencia global y fortalecer su posición como líder en el desarrollo de infraestructura.

«Ya somos parte de la ruta de la seda», declaró Petro tras su reunión con Xi Jinping, reiterando la importancia que Colombia confiere a esta política de conectividad y cooperación internacional. El gobierno de Xinhua reportó que ambas naciones se comprometieron a trabajar conjuntamente en un programa de cooperación bilateral que tiene como objetivo el desarrollo económico en el marco del cinturón económico común y la ruta del mar de la seda, que busca extenderse hacia el siglo XXI.

A pesar de los acuerdos firmados y las demostraciones de cercanía entre los dos líderes, la omisión de Colombia en la lista de países beneficiarios de la exención de visa ha generado escepticismo en torno a las verdaderas prioridades de China en la región y el alcance real de la unión bilateral que se intenta construir.

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