La interacción de las personas dentro de los complejos residenciales representa un reto constante para las autoridades locales. Esto se vuelve particularmente complejo con aquellas mascotas que son más independientes, especialmente aquellos que son mascotas cuidadosas como gatos. Los comportamientos de estos animales suelen ser menos predecibles y requieren un manejo especial por parte de sus dueños.
El cuidado de estas mascotas no es libre de responsabilidades, y está sujeto a diversas normas legales que buscan regular cómo los animales deben ser tratados en contextos urbanos. De aquí surge la importancia de la Ley 1801 de 2016, que establece códigos y disposiciones bajo el nombre de Códigos Nacionales de Seguridad y Coexistencia Cívica (CNSCC).
Los gatos no pueden ser desatendidos en áreas comunes.
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De acuerdo con las normativas establecidas en estas regulaciones, todos aquellos que tienen animales en sus hogares deben asumir la responsabilidad de garantizar la armonía en las áreas comunes. Es fundamental que los dueños de estas mascotas no causen conflictos o inconvenientes a otros residentes.
Tipos de sanciones
El artículo 116 del CNSCC establece que se prohíbe la circulación descontrolada de animales domésticos en espacios públicos. Aquellos que no cumplan con esta normativa deberán participar en programas comunitarios o de convivencia pedagógica para sensibilizar a los dueños sobre sus responsabilidades.
Las sanciones pueden ser económicas o pedagógicas.
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Adicionalmente, quienes comercialicen o promuevan la venta de mascotas pueden ser penalizados con multas que corresponden al tipo tres económico, las cuales son equivalentes a más de 300 mil pesos. Esto refleja el compromiso de la ley por el bienestar animal.
Aunque la ley 1801 de 2016 permite la presencia de mascotas en áreas comunes, el artículo 117 menciona que la entrada y permanencia de los animales en estos espacios depende de las normas internas de los lugares públicos o complejos residenciales donde se encuentren.
El estándar se refiere a perros y gatos.
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También es relevante que dentro de este marco legal, los propietarios o cuidadores de mascotas tienen permitido transitar a través de los espacios comunes, siempre y cuando los perros estén sujetos con correas y, en el caso de que sean considerados potencialmente peligrosos, estén provistos de bozal.
Por otro lado, el artículo 118 del Código Nacional de Seguridad y la Condición de los Ciudadanos especifica que los gatos que se encuentren en vías públicas o edificios deben ser transportados en maletines o con collares especiales que garanticen su seguridad y la de los demás.
El mandato de la mascota está sujeto a estándares internos de conjuntos residenciales.
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Es importante destacar que las disposiciones descritas por la ley aplican tanto a perros como a gatos, lo que implica que sus dueños deben asegurar su control para evitar situaciones problemáticas o conflictos con otros animales, así como con los vecinos.
En el caso de que quienes habitan en los conjuntos residenciales con mascotas incumplan estas normativas y pongan en riesgo la convivencia, la Policía Nacional cuenta con la autoridad para imponer sanciones económicas que pueden ascender hasta los $189,800.
Inician una iniciativa para evitar que las mascotas sufran heridas con tráfico caótico
https://www.youtube.com/watch?v=N7MQLQ4NM8Q
Stephany Guzmán Ayala
Alcance digital de la escritura