El entorno de trabajo en Colombia vive un cambio radical, las oficinas ya no son pasivas, sino espacios que se activan a través de sensores, automatización y análisis de datos, diseñados para optimizar tanto la experiencia del usuario como la eficiencia operativa. Este cambio ocurre en paralelo a la transformación de los modelos de trabajo; Con más del 65 % de los empleados en el país que operan bajo esquemas híbridos o flexibles, la demanda de espacios adaptables e inteligentes no solo ha crecido, sino que se ha vuelto esencial.
Según el estudio regional sobre las tendencias laborales preparadas por WeWork y Page Group, el 91 % de los trabajadores colombianos quieren tener una bonificación de oficina flexible, y el 56 % dice que la inteligencia artificial ha mejorado su productividad. Los datos más recientes muestran que el 77 % de los empleados en Colombia creen que la tecnología ha transformado su forma de trabajar, y el 84 % dice que tener un contacto cara a cara en la oficina fortalece el trabajo en equipo. Las oficinas están evolucionando en esa dirección, entornos híbridos, sí, pero también altamente conectados y diseñados para favorecer la interacción, la eficiencia y el bien.
El papel de los sensores y el IoT
Aunque la adopción de estas tecnologías sigue siendo incipiente (solo entre el 5 % y el 6 % de los nuevos edificios en Colombia se consideran «inteligentes»), ya existe una transformación silenciosa en el diseño y operación de las oficinas. El uso de sensores conectados a los sistemas de gestión (IoT) permite recopilar datos de tiempo real sobre variables de entorno clave, como:
- Ocupación por área, escritorio o habitación, que permite ajustar el uso del espacio en función de la demanda real.
- Temperatura, iluminación y ventilación, que puede regular automáticamente para optimizar la comodidad y reducir el gasto de energía.
- Niveles de ruido y co₂, útil para activar alertas o mejorar la calidad del aire en reuniones o áreas cerradas.
Además, la iluminación inteligente controlada por los sensores de presencia ya ha demostrado su efectividad al reducir el consumo de energía hasta en un 30% contra los sistemas tradicionales.
AI y plataformas de gestión
Los sensores solos no son suficientes. Su verdadero potencial surge cuando los datos que recopilan están conectados con plataformas inteligentes de gestión de espacios, capaces de visualizar patrones de uso en mapas de calor, predecir cuellos de botella o áreas subutilizadas, automatizar el mantenimiento de equipos o entornos y facilitar al usuario la reserva de escritorios, habitaciones o áreas colaborativas de una aplicación profesional. Además, el 54 % desea áreas recreativas o de descanso en su lugar de trabajo, mientras que el 87 % prioriza la flexibilidad de los horarios y modalidades al evaluar una nueva oferta de trabajo. Por lo tanto, el diseño del entorno laboral del futuro no solo será más eficiente, sino más humano. Un lugar donde los datos no reemplazan la experiencia, sino mejoran.
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