El Consejo Regional Indígena Cauca (CRIC) ha emitido su enérgico rechazo a la reciente decisión del Senado de impulsar una propuesta de consulta popular presentada por el Presidente Gustavo Petro. Esta organización indígena ha expresado su condena a lo que califican de «simulacros democráticos» y ha anunciado que se unirá a las centrales sociales que han levantado la voz en contra de varias industrias que afectan los derechos y la vida de las comunidades. La postura del CRIC es clara y contundente, buscando visibilizar las injusticias que enfrentan.
Joe Sauca, un representante del CRIC, lanzó críticas severas hacia el Parlamento, argumentando que este ha fallado al desatender los intereses del pueblo. «Condenamos los ejercicios baratos del Senado en vista de la campaña de transformación social que promueve el gobierno actual, y la consulta popular no es más que una burla. Ellos no nos representan, y su historial está lleno de acciones que han menoscabado los derechos fundamentales de los colombianos,» expresó Sauca con gran firmeza.
Desde sus oficinas en Popayán, el CRIC confirmó que se unirá a numerosas centrales eléctricas que buscan apoyar a los agricultores, así como a sindicatos populares y otros grupos organizados, en una manifestación de respaldo a lo que consideran una lucha por la justicia social y la dignidad del trabajo. Aunque no se ha definido una fecha concreta para estas movilizaciones, el movimiento indígena ha hecho un llamado claro a la ciudadanía para que se sume a su causa, demostrando así su apoyo a la reforma social propuesta por el gobierno de Petro.
El CRIC representa a más del 90 % de las naciones indígenas de la Liga Cauca, que incluye un total de 115 consejos, 11 organizaciones Cabildos y 84 guardias de ocho naciones nativas. Su influencia y su poder ancestral han sido cruciales en la negociación de procesos con el estado, estableciendo la importancia de la representación indígena en la política regional y nacional.
Este emergente movimiento indígena se desarrolla en un contexto de crecientes tensiones entre las demandas sociales y las decisiones del parlamento, donde muchos observadores consideran que la reforma planteada por el presidente Petro es vista como una amenaza o un desafío sistemático a las estructuras tradicionales de poder. Las manifestaciones anunciadas por el CRIC, así como el respaldo de varios grupos sociales, indican que las luchas por la justicia social y los derechos territoriales están lejos de resolverse. La reacción de la comunidad indígena ante la política actual demuestra un compromiso firme y un deseo de buscar cambios reales en la situación socioeconómica de Colombia.
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