En un país donde las carreteras se viajan con más fe que certeza, hay empresas que no solo sobreviven, sino que resisten, reinventan y protegen. Asegurarse, nacido en 2001 en Nariño, es uno de ellos. Lo que comenzó como una respuesta a una regla sobre el seguimiento vehicular, se convirtió en una historia de profundo compromiso con el territorio, sus trabajadores y transportadores que cruzan las carreteras inseguras con la esperanza de regresar.
Deyanira López Solarte, gerente y alma de esta compañía, habla con la serenidad de quién ha sorteado tormentas sin perder el norte. Frente a los gigantes nacionales, asegurarse de haber optado por el talento local. Sus ingenieros, programadores y técnicos, todos Nariñenses, han elevado una plataforma tecnológica capaz de competir internacionalmente. Pero su mayor valor no está en códigos o satélites: es lealtad. No han despedido a su gente ni en tiempos difíciles, y sus trabajadores saben que en esta empresa no son piezas reemplazables, sino una parte esencial del equipo.
Las historias de recuperación de vehículos robados, incluso fuera del país, hablan de eficiencia, pero también de la humanidad. Cada rescate es una vida que no se pierde, un sustento que se conserva, una muestra que la tecnología puede tener una cara y un corazón.
Asegurarse, no es solo una empresa de seguimiento: es una red de cuidado silencioso, donde cada vehículo monitoreado lleva consigo un poco de esperanza. En Nariño, eso vale más que el oro.
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