El proceso de insolvencia en Colombia se ha establecido como un mecanismo legal crucial que permite a las empresas, especialmente aquellas que no son de gran envergadura y que enfrentan dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras, negociar de manera efectiva con sus acreedores para llegar a un acuerdo de pago que se ajuste a su situación actual.
En este contexto, el Ministerio de Justicia, en colaboración con la legislación colombiana, elaboró una tarjeta digital que compila todos los detalles necesarios para que los ciudadanos puedan comprender los elementos fundamentales asociados a este proceso y los requisitos que deben cumplir para acceder al mismo.
De acuerdo con la entidad responsable que ha promovido este documento, el procedimiento se rige conforme a lo establecido en la ley 1564 desde 2012, otorgando a los deudores la oportunidad de reorganizar su situación crediticia y mejorar su salud financiera.
Una de las razones más comunes por las que las personas adquieren deudas con diversas instituciones bancarias es la adquisición de bienes raíces, vehículos, o incluso préstamos destinados a pagar facturas pendientes que han ido acumulándose.
No obstante, es importante destacar que en muchos casos, estos compromisos financieros son asumidos cuando el individuo cuenta con una estabilidad económica adecuada. Sin embargo, la situación cambia drásticamente tras eventos inesperados como la pérdida de empleo o una disminución notable en los ingresos.
Una de las solicitudes es presentar una propuesta para negociar.
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Requisitos para el proceso de insolvencia
En caso de que los comerciantes, tanto naturales como personas físicas, se encuentren en una situación en la que solo generan ingresos por debajo del salario mínimo legal mensual vigente (SMLMV) y tengan deudas que hayan superado los 90 días, pueden solicitar el ingreso al proceso.
Además, hay una opción para iniciar el proceso cuando una persona ha estado sin empleo durante un periodo prolongado y necesita afrontar otras obligaciones como el alquiler, los servicios públicos, los préstamos hipotecarios o las cuotas de planes telefónicos.
En estos casos, es fundamental que cualquier individuo que desee llevar a cabo negociaciones con sus acreedores siga estos pasos esenciales:
- Recopilar y organizar todos los datos del solicitante.
- Elaborar un informe que explique las razones por las cuales está tomando esa decisión.
- Presentar una propuesta clara para la estrategia de pago a ofrecer a los acreedores.
- Contar con una lista exhaustiva y actualizada de todos los acreedores con quienes tiene deudas pendientes.
- Incluir un certificado que acredite los ingresos disponibles.
- Especificar la cantidad de recursos disponibles para las negociaciones relativas a la deuda.
- Proporcionar información sobre cualquier obligación alimentaria que el deudor esté llevando a cabo.
Siete consejos para la gestión eficaz de las deudas
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Stephany Guzmán Ayala
Escritura de alcance digital