El clásico Vallecaucano, que enfrenta a América de Cali y Deportivo Cali, continúa siendo uno de los encuentros más significativos en el panorama del fútbol colombiano. Ya se han disputado un total de 345 partidos oficiales entre estos dos históricos clubes, lo que ha generado una rica y apasionante historia para los aficionados de ambos lados. La rivalidad es tan intensa que cada partido tiene la capacidad de movilizar a miles de hinchas que viven el encuentro con una emotividad única.
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En cuanto a las estadísticas, el Deportivo Cali se lleva la delantera con 126 victorias, pero América de Cali no se queda atrás con 108 triunfos. Además, se han registrado 111 empates, lo que evidencia la competencia equilibrada y reñida que caracteriza cada uno de estos clásicos. En términos de goles, el Deportivo Cali ha anotado un total de 433 tantos, ligeramente por encima de los 422 goles conseguidos por América a lo largo de todos sus enfrentamientos. Este aspecto no solo refleja el nivel competitivo de ambos equipos, sino también la calidad del fútbol que ofrecen a sus seguidores.
El primer encuentro entre estas dos entidades tuvo lugar el 26 de septiembre de 1948, y desde ese instante, ha habido numerosos momentos inolvidables en la historia de este clásico. Uno de los partidos más recordados ocurrió en 1961, cuando América de Cali se impuso de manera aplastante con un impresionante 5-0. Por otro lado, en 1951, Deportivo Cali también dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de sus hinchas al vencer a América con un contundente 5-1. No obstante, un nombre brilla especialmente en la historia del clásico: Antony de Ávila, conocido como el Ídolo Escarlata, quien se alza como el máximo goleador en la historia del clásico, acumulando un total de 19 goles a lo largo de los años.
En el duelo más reciente, celebrado el 27 de abril de 2025, América de Cali se llevó la victoria al derrotar a Deportivo Cali por 2-0. Los goles, anotados por Rodrigo Holgado y Esneyder Mena, desataron una ola de júbilo entre los hinchas en el Estadio Pascual Guerrero, un lugar que se ha convertido en testigo interminable de esta intensa rivalidad.
La historia de este clásico sigue viva; cada encuentro es una fiesta que aviva la pasión de los aficionados, quienes no conocen tregua en su fervor por sus respectivos equipos. Las calles de Valle del Cauca se llenan de colores, cánticos y emociones cada vez que estos colosos del fútbol se enfrentan. La rivalidad no es simplemente un juego, es una celebración de identidad y pertenencia que trasciende generaciones.