El sector productivo colombiano está preparado para involucrarse activamente en los diálogos sobre la reforma laboral. Este momento de interacción se presenta como una excelente oportunidad para abordar las necesidades de los trabajadores, así como las inquietudes de los empresarios y del país en su conjunto. Los recientes acontecimientos han mostrado un renovado interés en avanzar en este crucial tema, que busca mejorar las condiciones laborales y fomentar el desarrollo económico en Colombia.
A la luz de los eventos que tuvieron lugar el miércoles de esta semana, se ratificaron los votos, con un total de 47 a favor y 49 en contra, lo cual refleja la complejidad del debate en torno a la consulta popular y su impacto en la discusión de reformas laborales. Esta iniciativa, impulsada por el gobierno del presidente Gustavo Petro, llegó después de que el informe de apelación se aprobara con 68 votos favorables.
Es importante señalar que esta misma propuesta fue desestimada el pasado 18 de marzo en el Senado, debido a la decisión de la mayoría de los congresistas de no avanzar con el documento en esa ocasión.
El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) destacó la necesidad de que tanto el gobierno como el Congreso colaboren para formular decisiones que beneficien a los trabajadores y a las empresas, enfatizando la urgencia de generar empleo y disminuir la informalidad.
Bruce Mac Master, presidente Andi. Foto:César Melgarjo
Entre las propuestas destacadas en la reforma se contempla el cambio del horario laboral nocturno de 9:00 a 7:00, lo que podría tener un impacto significativo en las pequeñas y medianas empresas, facilitando un incremento en la nómina.
Sin trabajadores no hay compañía
Las pequeñas y medianas empresas (PYME) hacen hincapié en la importancia de diseñar reformas laborales que no pongan en riesgo la continuidad de sus operaciones. En lugar de cerrar negocios, se busca insistentemente fomentar el bienestar y el valor de los trabajadores, como lo señala la Asociación General de Micro, Pequeñas y Medias Empresas (ACOPI).
En este sentido, el líder mencionado anteriormente apunta que ahora es un momento propicio para dialogar acerca de las reformas laborales necesarias. «Los empresarios creen que la protección y el bienestar de los trabajadores son esenciales, ya que sin estos, la actividad comercial es insostenible».
Rodolfo Correa, presidente de la Asociación Colombiana de Micro, pequeñas y medianas empresas. Foto:Amabilidad
Asimismo, el representante de las PYME subrayó que están abiertos a alcanzar acuerdos que contribuyan a solucionar problemas críticos, tales como la regulación del trabajo nocturno, el establecimiento de días de descanso y las condiciones para el pago de vacaciones. «Estamos dispuestos a implementar cambios progresivos que nos permitan avanzar hacia una mejor regulación del trabajo en el país», enfatizó Correa.
Finalmente, señaló que si el gobierno está dispuesto a dialogar con el sector empresarial, es fundamental construir una reforma laboral que verdaderamente beneficie a la población colombiana. «No se trata de una agenda política, sino de buscar soluciones reales para las necesidades de los colombianos», concluyó.
Protección del anfitrión
Los representantes de la economía colaborativa en el país también expresaron sus expectativas sobre esta nueva fase de conversaciones en Colombia. Destacaron que se centrará en la regulación y protección de los trabajadores del sector de distribución, iniciativa que ha sido discutida en el Congreso de la República.
Rapppi Foto:Tiempo y Rappia
Según José Daniel López, director de la Alianza en Colombia, «Este acuerdo permitirá a los distribuidores y plataformas organizar sus tipos de empleo, ya sea a través de contratos de trabajo subordinados o independientes, pero garantizando una especial protección de la seguridad social.» Esto es crucial, dado que muchos de estos trabajadores son independientes y necesitan un ingreso adecuado y estabilidad laboral.
López también enfatizó la importancia de establecer un pago conjunto entre las plataformas de distribución y los trabajadores para garantizar aportes a la seguridad social, algo que ha sido discutido en la Cámara de Representantes.
Los contratos son la clave
A pesar de que la propuesta del gobierno aborda temas complejos tanto para trabajadores como para empresarios, Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores Colombianos (SAC), resalta que es vital construir acuerdos que se respeten y que procuren reducir la informalidad laboral, la cual afecta a más de 13 millones de personas en Colombia.
Bedoya añadió que «el objetivo debe ser una reforma que fomente el empleo formal que el país tanto necesita». Esta meta debe estar en la base de las discusiones futuras.
Jaime Alberto Cabal, actual presidente de Fenalco, fue Ministro de Desarrollo y Embajador. Foto:Nérstor Gómez. Tiempo
Desde la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), se repite con énfasis que Colombia necesita una reforma laboral que refleje la realidad del mercado, fomentando la creación de empleo formal y protegiendo tanto a empleadores como a trabajadores.
Jaime Alberto Cabal, portavoz de los comerciantes colombianos, criticó que el proyecto de reforma del gobierno parece tener más una prioridad política que un análisis técnico sólido. «Es una propuesta que ignora a millones en desempleo y afecta especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas, que son las más vulnerables ante costos excesivos.»
Por lo tanto, Fenalco se compromete a seguir siendo una voz activa y constructiva en esta discusión, promoviendo soluciones sostenibles que atiendan las realidades y necesidades de empleadores y trabajadores. «Es fundamental que las conversaciones se basen en el diálogo, el respeto institucional y un enfoque técnico riguroso», concluyó.