Una sorprendente propuesta de televisión ha sido presentada al Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS), que sugiere la creación de un reality show en el que los inmigrantes compiten en una serie de desafíos culturales y físicos con el objetivo de obtener la ciudadanía estadounidense. Este programa, titulado El americano, ha sido diseñado por el productor canadiense-estadounidense Rob Worsoff. Según él, la iniciativa se presenta como una «celebración del ser estadounidense», aunque algunos críticos no tardaron en compararlo con una versión distópica de Los juegos del hambre. Esta propuesta ha generado un importante rechazo entre diversos sectores.

El formato del programa incluiría una variedad de pruebas. Por ejemplo, los participantes tendrían que reensamblar un automóvil clásico de Detroit, buscar oro en una mina californiana o incluso montar un cohete en Florida. Al finalizar cada episodio, uno de los concursantes sería eliminado, dejando a los demás en una situación de alta tensión. Quien logre sobrevivir hasta el final sería recompensado con el Gran Premio: la ciudadanía de los Estados Unidos.

Worsoff asegura que la propuesta no contempla la deportación de ningún participante tras su eliminación; sin embargo, esta idea ha levantado alarmas entre activistas por los derechos de los inmigrantes. Muchos de ellos consideran que el programa trivializa el proceso migratorio y convierte el sufrimiento humano en una forma de entretenimiento.

Indignación generalizada: «No somos entretenimiento»; Reality show La propuesta de migrantes en los Estados Unidos genera rechazo

La respuesta ha sido contundente. Organizaciones de derechos humanos y comunidades migrantes en los Estados Unidos han calificado la propuesta como humillante y ofensiva. «Esto convierte el drama de la migración en un espectáculo grotesco», expresó Mariana Hernández, portavoz de una organización migrante con sede en Nueva York. “No se juega con los sueños de las personas, ni se debe exhibir su dignidad como si fuera un entretenimiento”.

Se estudia el reality show: entretenimiento a costa de sufrir migrantes en los Estados Unidos.

La indignación también se ha extendido a las redes sociales, donde hashtags como #NosomosReality y #Dignidad de migrantes han ganado una notable popularidad. La iniciativa se ha caracterizado como una estrategia mediática con tintes populistas, alineándose con la retórica de propaganda visual que ha marcado la administración de Kristi Noem al frente del DHS, especialmente en un contexto en el que se vislumbra un regreso de Donald Trump al poder con su discurso antiinmigrante.

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Actualmente, la realidad del show aún no ha sido aprobada o rechazada oficialmente. Según los representantes del DHS, cada propuesta audiovisual debe pasar por un riguroso proceso de evaluación antes de recibir una respuesta definitiva.

Un retorno de estilo Trump: propaganda y deportaciones

El contexto de esta propuesta es crítico. La administración de Trump ha reavivado su política de deportación masiva y también ha revocado el estado de protección temporal para ciudadanos de varios países, incluyendo a venezolanos, haitianos y afganos. A principios de 2025, Kristi Noem visitó la mega cárcel de Nayib Bukele en El Salvador, donde se encuentran inmigrantes deportados sin el debido proceso legal.

En el marco de este ambiente tenso, el DHS ha destinado más de 200 millones de dólares a campañas publicitarias con el fin de «disuadir» la migración irregular. La idea de este nuevo reality show parece estar alineada con una agenda mediática que prioriza la imagen pública por encima de los derechos humanos, lo que ha sido analizado por diversos críticos del panorama actual de la inmigración en Estados Unidos.

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