Rusia ha comenzado a integrar el formación en drones dentro de sus programas educativosdesde escuelas técnicas hasta universidades, como parte de una estrategia nacional para fortalecer sus capacidades bélicas. Esta medida, impulsada por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Defensa, busca crear una nueva generación de especialistas en tecnología militar y ha generado preocupación internacional por la militarización del sistema educativo.
Educación técnica con fines de guerra.
Durante 2025, varias instituciones rusas pusieron en marcha cursos oficiales de diseño, pilotaje y montaje de dronesconocidos como UAS (vehículos aéreos no tripulados). Según medios estatales, el contenido es parte de una reforma educativa que incluye libros de texto sobre drones y robótica aplicada al ámbito militar.
Además, en varias regiones han abierto clubes de aviación juvenil y centros de entrenamientodonde los adolescentes aprenden a realizar drones de reconocimiento y combate. En algunos casos, estos programas cuentan con el apoyo de empresas vinculadas a la industria armamentística rusa.
Participación juvenil y competencia tecnológica
La iniciativa se presenta internamente como una forma de promover el patriotismo y la innovación tecnológica. Los estudiantes participan en concursos nacionales de dronescuyos ganadores pueden ser reclutados por instituciones de defensa o universidades militares.
Sin embargo, organismos internacionales advierten que esta práctica expondría a los menores a entornos vinculados al conflicto armadoque podría contravenir los acuerdos internacionales sobre los derechos del niño.
Los informes de inteligencia y los medios europeos indican que más de 500 escuelas rusas Ya imparten este tipo de formación, y que algunos jóvenes han colaborado en plantas de ensamblaje de drones de reconocimiento asignado al frente ucraniano.
Reacciones internacionales y preocupaciones éticas
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por esta tendencia. Expertos en derechos humanos sostienen que el programa refuerza una cultura de guerra desde la niñezdiluyendo la frontera entre educación civil y entrenamiento militar.
Por su parte, los gobiernos de Europa del Este y la OTAN han advertido que esta política podría acelerar la carrera tecnológica militar en la región.
En respuesta, algunos países han comenzado a crear entrenamiento de drones civilesdirigidos a la defensa territorial, el salvamento o la vigilancia medioambiental, con el objetivo de equilibrar el avance ruso sin militarizar sus sistemas educativos.
Un futuro entre la innovación y la guerra
Aunque el entrenamiento con drones podría impulsar la innovación tecnológica de Rusia, el trasfondo militar de estos programas abre un profundo debate ético sobre el papel de la educación en tiempos de guerra.
Mientras Moscú busca formar a los “ingenieros del futuro”, el mundo observa con preocupación cómo La ciencia y la tecnología se convierten en herramientas directas de conflicto..
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