En su último mandato, el presidente Gustavo Petro ha cambiado la reforma del sistema de atención médica a sus principales obligaciones legislativas. A pesar de la complejidad política del proyecto, el gobierno cree que es uno de los pocos beneficios organizacionales que puede dejar atrás como un legado, y que responde a las declaraciones históricas en consideración, equidad y eficiencia.
Desde la aprobación en parte en la Cámara de Representantes, el proyecto ha alcanzado la séptima comisión del Senado, donde enfrenta obstáculos: mayoría insuficiente, otras promociones e intereses opuestos.
El gobierno sabe que el tiempo fomenta: hay varios meses legislativos antes de que finalice esta sesión legislativa. Por lo tanto, la planta de energía social, las negociaciones políticas y la presión de los medios han muerto como una herramienta para equilibrarla en su beneficio.
Una de las claves debe alcanzar al menos dos votos de un parlamentario del Senado que ha mostrado independencia, lo que puede ser importante en la aprobación de artículos que están en espera.
¿Qué proponen las mejoras?
El proyecto de ley liderado por Petro busca una transformación profunda en el modelo de salud que está vigente en Colombia. Entre sus líneas principales están:
- Eliminar o reducir el rol de seguro de EPSPara convertirlos en auditores o miembros de la Administración de Salud y Vida, pero el Adre (el Director de los Recursos Generales de Seguridad Social en Salud) asumiría directamente la responsabilidad de pagar centros de salud y hospitales.
- Creación de centros de salud primarios (CAP) En todo el territorio, con el objetivo de que los residentes tengan atención básica más cercana, preventiva, estable y uniforme con los servicios más complejos cuando sea necesario.
- Transparencia y sistema oficial de información digital y sinérgico Para mejorar la gestión y el monitoreo de los recursos, reduzca la corrupción y garantice que las decisiones se basen en datos reales.
- Beneficios laborales para profesionales de la saludBuscando estabilidad, mejores condiciones y reducción en el incentivo incorrecto del modelo actual.
- Responsabilidad de acceso integralCon la erradicación de los obstáculos a la población más sensible y la atención justa entre las zonas urbanas y rurales.
Estas líneas no son nuevas: el proyecto ha cambiado en el proceso, adaptados artículos y adaptándose a las críticas, pero mantiene el espíritu de los cambios organizacionales.
Resistencia, problemas y críticas
No se han aceptado reformas sin preguntas. Estos son algunos de los principales desafíos:
- Eficiencia financiera: Muchos críticos advierten que el proyecto no fluye claramente cómo se financiará el proyecto de ley de presupuesto sin fraude. Hasta ahora, la financiación ha sido objeto de un gran debate y dudas.
- La resistencia del sector privado: EPS, centros de salud y profesionales de la salud han expresado sus preocupaciones sobre la pérdida de medidas de seguro o para el modelo de pago oficial.
- Otras presentaciones en el departamento del Senado: Algunos parlamentarios han sugerido diferentes textos en el proyecto original y crearon enfrentamientos y retrasos internos.
- Presión política limitada: El gobierno no tiene una mayoría suficiente para poner sin negociaciones, lo que obliga a la concesión.
- Campañas y promesas sincadas: Los residentes tienen dudas porque estas reformas han sido repetidas promesas del gobierno y sus principales violaciones pueden causar desgaste.
Por otro lado, el gobierno ha implementado planes internos de presión política, ministros reestructurantes y métodos de líderes sociales para empujar el proyecto a plazos disponibles.
Lo que está en juego y posibles salidas
Si las reformas logran su aprobación, con cambios menores o mayores que surgen en torno al texto, podría combinarse como una de las herencias más ambiciosas del gobierno de Petro. El sistema colombiano, con muchos años de quejas sobre la desigualdad, la atención, el uso excesivo de la custodia, el intermediario costoso y la transferencia de errores, está promoviendo el paisaje para la transformación radical.
Pero si no va al Senado, el gobierno podría recurrir a métodos de presión social (manifestaciones, centrales eléctricas regionales) para inclinar la cobertura o forzar una concesión. De hecho, ya se menciona como parte del plan.
En ese escenario, el discurso presidencial será más importante: las reformas no solo son técnicas sino simbólicas, el sello del proyecto político «cambio del gobierno» y las últimas semanas serán decisivas.
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