El gobierno de los Estados Unidos decidió retirar la exención de impuestos a los diplomáticos colombianos reconocidos en su territorio. La medida, que anuncia el Ministerio de Asuntos Exteriores, se aplicará a partir del 16 de junio y obedece una violación del principio de reciprocidad de Colombia. Sanciones de los Estados Unidos Diplomáticos colombianos: tienen que pagar impuestos.
La decisión tiene un impacto directo en el embajador Daniel García Peña, el cónsul y todos los misioneros colombianos en los Estados Unidos. Desde ese día, tienen que pagar impuestos sobre compras personales, servicios e importaciones, como todos los ciudadanos.
¿Qué instó a esta decisión?
El 30 de abril, el Ministerio de Relaciones Exteriores solicitó formalmente que el gobierno colombiano simplifique el procedimiento de deducción fiscal para los diplomáticos estadounidenses en Colombia.
Aunque la legislación colombiana garantiza una exención de 2014, su aplicación ha sido obstaculizada por la burocracia del marco que cambia el proceso en Odyssey. Desde formas innecesarias hasta una espera prolongada, los diplomáticos extranjeros tienen grandes dificultades para obtener los beneficios.
Treinta y tres días después, el impuesto nacional y el Director de Aduanas (DIAN) no han respondido. La falta de acciones estatales colombianas llevó a que Estados Unidos detuviera los beneficios fiscales para sus diplomáticos.
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A partir del 16 de junio, los diplomáticos colombianos perderán su posición fiscal. Esto incluye el pago completo del impuesto sobre las ventas, que difiere por el estado:
- Nueva York: 8.75 %
- Washington DC: 10.75 %
- Miami: 7 %
Hasta este punto, podían presentar una tarjeta emitida por el Ministerio de Asuntos Exteriores (OFM) para evitar estos cargos. Esa tarjeta debe ser devuelta antes del 16 de junio.
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La eliminación de esta exención es un shock financiero para los diplomáticos y sus familias, que deben tomar estos nuevos costos sin beneficios inmediatos.
¿Es posible revertir la medida?
Sí. El comentario diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores permite abrir la puerta para la restauración de los beneficios. Si Colombia se muestra en la práctica, respeta el principio de reciprocidad y facilita el acceso a la exención fiscal de diplomáticos extranjeros, Estados Unidos revisará su decisión.
Durante un tiempo, la medida marca una nueva parte de la tensión diplomática y la evidencia de cómo la negligencia de la administración puede empeorar la comunicación bilateral.
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